BOGOTA.- Al menos 18 combatientes de la guerrilla izquierdista y de los escuadrones paramilitares de ultraderecha murieron hoy en medio de una nueva ofensiva de las Fuerzas Armadas, mientras que otros 51 fueron capturados en diferentes redadas, informaron las autoridades militares.
El golpe más fuerte lo sufrieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal guerrilla del país --con 17.000 combatientes--, que perdió a ocho de sus integrantes en un enfrentamiento con el ejército cerca de la localidad de Calamar, en el selvático departamento del Guaviare.
Esa región, situada a unos 350 kilómetros al sureste de Bogotá, es utilizada por las FARC para el cultivo de hoja de coca y para el procesamiento de cocaína, la principal fuente de financiación de la guerrilla.
Por otro lado, seis integrantes de un escuadrón paramilitar murieron en un enfrentamiento con el ejército cerca del pueblo de Orocué, en el departamento de Casanare, una próspera región petrolera y ganadera del nordeste del país.
Otros cuatro rebeldes de las FARC y del más pequeño Ejército de Liberación Nacional (ELN) perecieron en choques armados en el departamento noroccidental de Antioquia.
Mientras, en operaciones separadas del ejército y de la policía en los departamentos de Antioquia, Cauca, Huila y Santander, fueron capturadas 51 personas acusadas de pertenecer a la guerrilla y a grupos paramilitares.
El gobierno del presidente colombiano, Alvaro Uribe, impulsa una estrategia militar con la que busca derrotar a la guerrilla y a los escuadrones paramilitares, que incluye el aumento del gasto en seguridad y del número de efectivos del ejército y de la policía.
La estrategia, criticada por grupos de derechos humanos, incluye las capturas masivas de guerrilleros, paramilitares o de presuntos colaboradores de estos grupos armados ilegales.
Colombia afronta un conflicto interno de cuatro décadas que deja miles de muertos al año.
La iniciativa militar de Uribe ha obligado a la guerrilla y a los paramilitares ha replegarse hacia apartadas zonas montañosas y selváticas, mientras que las Fuerzas Armadas ha recuperado el control de poblaciones remotas que antes dominaban esos grupos armados.
