TIRANA.- El Gobierno de Albania condenó hoy la violencia étnica entre albaneses y serbios kosovares, y responsabilizó de los sucesos a las estructuras paralelas del poder serbias en Kosovo.
Los acontecimientos del miércoles son resultado de "la vigencia de las estructuras paralelas administrativas o paramilitares que tienen por objeto el aislamiento étnico y la división de Kosovo", afirmó hoy el primer ministro, Fatos Nano.
En una reunión del Gabinete dedicada a Kosovo, donde ayer murieron 22 personas y 500 resultaron heridas, Nano declaró que estos actos violentos son opuestos al "progreso de la convivencia pacífica y democrática entre las dos etnias y obstaculizan y retrasan la definición del estatuto final y la integración europea de Kosovo".
Según Nano, la protesta de los albaneses en la norteña ciudad de Mitrovica fue provocada por el "acto bárbaro" que llevó a la muerte de tres niños albaneses en el río Ibar mientras intentaban escapar de dos serbios que les perseguían.
Los enfrentamientos violentos entre los albaneses y serbios "resucitan el extremo nacionalismo y reactivan los escenarios anacrónicos de la división entre las comunidades en función de la cantonización de Kosovo", afirmó el jefe del ejecutivo albanés.
Además, afirmó que los prejuicios sobre los albaneses como elementos terroristas o separatistas son fruto de las "políticas anticuadas que no tienen lugar en el futuro común de la región".
A raíz de los ataques contra serbios en varios enclaves de Kosovo, el primer ministro de Serbia, Vojislav Kostunica, volvió a proponer el establecimiento de cantones en esa provincia para brindar más seguridad a la minoría serbia ante los ataques de albaneses.
La de ayer fue la peor escalada de violencia registrada en Kosovo - provincia serbia poblada mayoritariamente por independentistas albaneses - desde el fin de la guerra y el despliegue de las fuerzas de paz internacionales, en junio de 1999.
