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Elecciones en Taiwán: Bajo la atenta mirada de China

Beijing no estará ajeno a lo que pase en los comicios presidenciales en la isla asiática. Temen que el refréndum propuesto por el actual Presidente Chen Shui-bian termine delineando la posible independencia de Taipei.

19 de Marzo de 2004 | 08:46 | El Mercurio en Internet / DPA
TAIPEI.- Las elecciones presidenciales que se celebrarán mañana en Taiwán no sólo determinarán al nuevo Mandatario de la isla asiática, sino que también serán un indicio del camino que Taipei tomará en miras hacia una posible independencia de China, por lo que desde Pekín los comicios se mirarán muy atentamente.

El actual Jefe de Estado, Chen Shui-bian, se presenta para un segundo mandato de cuatro años con su vicepresidente Lu Hsiu-lien.

En la vereda contraria aparecen Lien Chan, presidente del partido Nacionalista Chino (Kuomintang o KMT), principal conglomerado de la oposición, y Soong Chu-yu, del Partido el Pueblo Primero, como candidatos a Presidente y vicepresidente, respectivamente.

Según las últimas encuestas y sondeos, oficialistas y opositores están casi empatados.

El partido Kuomintang, que huyó de China a la isla cuando los nacionalistas fueron derrotados por los comunistas en la guerra civil de 1949, mantuvo en sus manos el poder en la autoproclamada República de China durante cinco décadas antes de perder las elecciones de 2000 frente al Partido Democrático Progresista de Chen.

Están convocados a votar unos 16 millones de taiwaneses, que elegirán Mandatario y responderán a dos preguntas claves en la consulta popular. La primera: "Si China no retira los misiles apuntados a Taiwán y no renuncia al uso de la fuerza contra Taiwán, ¿apoya usted que el gobierno incremente la compra de equipos antimisiles para fortalecer la capacidad de autodefensa de Taiwán?"

Le segunda pregunta es: "¿Está usted de acuerdo con que el gobierno y China comunista abran negociaciones y promuevan un esquema de interacción pacífica y estable para buscar consenso entre las dos partes y el bienestar del pueblo?"

China, que considera a Taiwán una provincia separada que debe retornar a la unidad con el territorio continental, ha amenazado con la guerra si Chen utiliza un referéndum como excusa para declarar formalmente la independencia.

El actual Presidente ha dado impulso al nacionalismo taiwanés y presenta la elección como una batalla contra la tiranía de China.

El Mandatario dio a conocer por primera vez la idea del referéndum el año pasado, para que, según dijo, la gente decidiera si quería una cuarta planta nuclear y si la isla debía unirse a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En noviembre pasado, Chen redefinió la consulta como un "referéndum defensivo" y cambió por completo su enfoque. En febrero, el ministro de Defensa, Tang Yiau-ming, dijo que Taiwán seguirá con su programa de misiles con Estados Unidos incluso si la gente vota en contra.

Por el contrario, el opositor Lien Chan es partidario de la integración económica de Taiwán y China y quiere que las futuras generaciones discutan la posibilidad de la reunificación.

Ha asegurado que si es elegido visitará al vecino país antes de asumir para asegurarse de que se mantenga la paz a ambos lados del estrecho.

Pero más allá de las promesas de campaña, una cosa es segura: en vísperas de los comicios la relación entre Taiwán y China sigue tensa y algunos analistas creen que está al borde del conflicto.

Pekín ve en el referéndum un paso hacia la independencia y por eso ha instado a Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Francia, Alemania y Australia a urgir a Taiwán que lo cancele y a advertir al Presidente Chen Shui-Bian que no debe cambiar el statu quo de la isla.

Pero las críticas no sólo llegaron desde el exterior, ya que muchos taiwaneses ven la consulta de Chen como una campaña destinada a ganar apoyo para sí mismo. Algunos abogados la consideran inconstitucional.

Los expertos que critican la medida afirman que según las leyes un referéndum defensivo sólo se puede convocar si Taiwán enfrenta una amenaza exterior a su soberanía. Además, destacan que la consulta no puede realizarse el mismo día de una elección presidencial.

Pero, pese a todo, el sábado será el día decisivo. Para los analistas, la jornada será un test de los verdaderos deseos de los taiwaneses: ¿Quieren seguir como hasta ahora o quieren moverse más rápido hacia la independencia?

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