BUENOS AIRES.- En un clima de intensa emoción, el presidente Néstor Kirchner encabezó esta tarde frente a miles de personas, el acto en homenaje a las víctimas de la dictadura militar, al cumplirse 28 años del golpe de Estado, en la Escuela de Mecánica de la Armada Argentina (ESMA) que sirvió de campo de detención en dicha época.
Poco antes, Kirchner y el jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, habían firmado el acuerdo entre el Estado nacional y la administración metropolitana para la creación del Espacio para la Memoria y Promoción y Defensa de los Derechos Humanos en ese predio.
Al comenzar el homenaje, se escuchó la versión de Charly García del Himno Nacional, que provocó lágrimas de emoción en el Presidente.
En su discurso, el jefe de Estado señaló: "Como Presidente de la Nación vengo a pedir perdón por el Estado nacional, por la vergüenza de haber callado durante 20 años de democracia tantas atrocidades".
"No hay rencor ni odio. Lo que nos guía es la justicia y la lucha contra la impunidad", aseguró el jefe de Estado en su discurso.
Al dirigirse a los hijos de desaparecidos, Kirchner les dijo que "está en ustedes que el oscurantismo no vuelva a la Argentina" porque "muchos especulan y muchos están agazapados esperando que todo fracase y vuelva la oscuridad".
"Cuando veía las manos al entonar el himno, veía los brazos de mis compañeros de la generación que creyó y sigue creyendo que este país se puede cambiar", enfatizó Kirchner.
Fin de la época país-cuartel
En su discurso, el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, aseguró que en la Argentina "se terminó la época del país-cuartel en la que se daban hectáreas y hectáreas a las instituciones militares" y señaló que hoy el país "quiere mirar al futuro pero sin tapar lo que ocurrió en el pasado".
Ibarra, quien cosechó algunos silbidos y también aplausos, fustigó a quienes sostienen la "teoría de los dos demonios" porque "son los mismos que respaldaron la dictadura" y que "quieren que escondamos bajo la alfombra el peor período de los argentinos".
En tanto, representantes de la organización HIJOS reclamaron "que vayan presos a una cárcel común, con cadena perpetua, todos y cada uno de los torturadores, asesinos, secuestradores y apropiadores de bebés".
María Isabel Prigione Greco, representante de esa asociación, sostuvo que ese castigo debe llegar también a "los instigadores y los planificadores del genocidio". Mientras, los asistentes cantaban: "Paredón a todos los milicos que vendieron la Nación".
Otro de los integrantes de HIJOS, Juan Cavandie, expresó: "En este lugar le robaron la vida a mi mamá. Ella aún está desaparecida. En este lugar, idearon un acto macabro de robo de bebes, aca hubo personas que se creyeron impunes jugando conmigo y sacándome la identidad durante 25 años. Tuve mucho tiempo de búsqueda y hace dos años, sin tener elementos fuertes le puse nombre a lo que buscaba y dije ´Soy hijo de desaparecidos´, sin ningún elemento. Encontré la verdad hace 2 meses, soy el número 77 de los hijos que apareció".
También participó de la ceremonia la actriz Soledad Silveyra, quien leyó un poema de Ana María Ponce, una amiga de Kirchner detenida en ese lugar y aún desaparecida.
León Gieco, Víctor Heredia y el catalán Joan Manuel Serrat realizaron un breve recital en homenaje a las víctimas.
Casi todo el gabinete nacional; los gobernadores justicialistas de Santa Cruz, Sergio Acevedo, y de Misiones, Carlos Rovira; el mandatario radical mendocino, Julio Cobos; funcionarios porteños, actores y casi todos los organismos defensores de los derechos humanos participaron del acto central en memoria de las víctimas de la dictadura militar en el predio de la ESMA.
Kirchner estuvo acompañado por su esposa, la senadora Cristina Fernández, y por la mayoría de sus ministros y sólo no se vio al titular del Palacio de Hacienda, Roberto Lavagna.
