BARRANCABERMEJA.- El ejército de Colombia exhibió el jueves los cuerpos de 14 paramilitares de ultraderecha que murieron en un combate, como advertencia a esos grupos armados de lo que les espera si se niegan a negociar la paz.
"Si no negocian y no van a hacer el trato con el gobierno de hacer la paz, recibirán el peso de la ley y de las armas de la República", dijo el comandante del ejército, general Martín Orlando Carreño.
Los 14 paramilitares murieron el miércoles en la tarde en combates con tropas de la quinta brigada del ejército en una zona rural del pueblo de Norosi, en el departamento de Bolívar, una región montañosa a unos 400 kilómetros al norte de Bogotá.
La zona donde se produjeron los combates, en los que murió un soldado y 10 paramilitares más fueron capturados, es controlada por el Bloque Central Bolívar (BCB), el segundo escuadrón paramilitar del país con unos 5.500 combatientes, que mantiene una negociación de paz con el gobierno.
Los paramilitares son grupos armados ilegales que combaten a la guerrilla izquierdista en un conflicto interno de cuatro décadas, que dejó 35.000 muertos en los últimos 10 años.
Esos escuadrones son acusados por organizaciones como Amnistía Internacional de cometer las más graves violaciones a los derechos humanos en el conflicto como masacres, asesinatos selectivos, desplazamientos forzados y torturas.
El gobierno del Presidente Álvaro Uribe inició en julio del 2003 una negociación de paz con los principales escuadrones paramilitares, con la que busca que unos 20.000 combatientes de esos grupos depongan las armas antes de diciembre del 2005.
Pero la negociación atraviesa una crisis que amenaza con el colapso del diálogo, ante la negativa de jefes paramilitares de concentrar a sus combatientes y el temor de que sean extraditados a Estados Unidos, que los acusa de ser narcotraficantes.
Ofensiva del Ejército
Carreño aseguró que las bajas causadas a los paramilitares del BCB forman parte de una ofensiva del ejército para recuperar el control de regiones bajo el dominio de esos grupos.
"Esta es una ofensiva contundente contra esas organizaciones que le hacen un daño enorme al país y a la población civil", dijo el oficial mientras observaba bajo un sofocante calor y un cielo nublado los cuerpos de los paramilitares muertos.
Los cadáveres, que lucían prendas camufladas y botas militares, fueron colocados al aire libre en un batallón de la ciudad petrolera, uno junto al otro, y cubiertos con sábanas verdes. Frente a los cuerpos de los combatientes muertos fueron colocados los capturados y las armas confiscadas.
Carreño dijo que con los resultados contra los paramilitares - representados en bajas, capturas y confiscaciones de armas- son una demostración de que las Fuerzas Militares no tienen nexos con esas organizaciones, como denuncian frecuentemente grupos de derechos humanos.
"Con estos resultados estamos demostrando (...) que estamos haciendo unas acciones ofensivas contundentes y agresivas contra esos bandidos para que vayan a una negociación o se sometan al Estado colombiano", concluyó el oficial.
En lo que va del 2004 el ejército ha matado en combates a 164 paramilitares, ha arrestado a 580, mientras que otros 58 se han entregado voluntariamente a las autoridades.
