TAIPEI.- Medio millón de manifestantes se concentró el sábado en el centro de la capital taiwanesa para protestar por los resultados de los comicios celebrados hace una semana, en medio de temores de más hechos violentos.
Los manifestantes, con impermeables amarillos, soportaron una fría llovizna y llenaron un amplio bulevar frente a la oficina presidencial. Cantaron y escucharon encendidos discursos contra el presidente Chen Shui-bian.
La multitud exigió que sean contados de nuevos los votos emitidos en los comicios presidenciales del 20 de marzo, ganados por Chen por un estrecho margen. Los opositores demandan también una investigación independiente sobre el controversial ataque a tiros que causó heridas leves a Chen, en la víspera de las elecciones, y que según algunos le ayudó a ganar las elecciones.
Algunos opositores han sugerido que el ataque, en el que Chen sufrió un rozón de bala en el abdomen, fue un mero montaje. Durante la protesta, algunos manifestantes mostraron carteles que decían: "La democracia recibió un disparo en el estómago", o "Los trucos del tiroteo deben ser revelados".
Muchos manifestantes, vigilados por aproximadamente medio millón de policías, dijeron que coincidían con el candidato opositor Lien Chan, quien ha señalado que las elecciones fueron afectadas por varias irregularidades, las cuales no han sido documentadas aún.
El comienzo de la protesta fue pacífico, en contraste con lo ocurrido el viernes, cuando unas 2.000 personas atacaron las oficinas de la Comisión Central Electoral en Taipei para exigir que los funcionarios retrasen la certificación de los resultados de los comicios.
Sin embargo, Chen fue declarado oficialmente el ganador, y recibió durante la noche la felicitación de Estados Unidos.
China criticó el mensaje de Washington, y lo consideró "un acto incorrecto" que socavó su compromiso con la política de Pekín, sobre una sola China.
China señala que la isla es parte de su territorio, aunque ambas partes se separaron durante la guerra civil en 1949.