NASHVILLE.— Fieles de la religión Testigos de Jehová, que afirman haber sido víctimas en su infancia de abusos sexuales cometidos por dirigentes de la congregación, se reunieron el sábado para compartir experiencias sobre el manejo de sus quejas y para planear una estrategia legal.
El ex dirigente de una congregación de Kentucky, William Bowen, dijo el sábado que más de 6.000 presuntas víctimas de abusos sexuales contactaron un grupo fundado por él en el 2001 para expresar "indignación por haber sido silenciados" debido a las políticas de la institución.
Los procedimientos de la congregación "pueden diezmar las vidas de los inocentes y permitir a los violadores salirse con la suya", dijo Bowen.
El grupo de Bowen, llamado "Corderos silenciosos", fue el que convocó a la comisión nacional, que durará hasta el domingo y atrajo a dos docenas de participantes.
Kimberlee Norris, una abogada de Fort Worth, Texas, dijo que ha hablado con más de 2.000 víctimas de abusos sexuales entre los Testigos de Jehová.
Norris representa a 47 testigos que afirman haber sido víctimas en su infancia de tales abusos y que han presentado demandas civiles contra organizaciones e individuos de esa confesión.