EL CAIRO.- Egipto lamentó hoy la decisión de Túnez de posponer la Cumbre Árabe y se ofreció para acoger la reunión en los próximos días, anunció el Presidente del país, Hosni Mubarak, a través de un comunicado.
"Egipto está dispuesto a recibir la Cumbre Árabe en los próximos días, tan pronto como sea posible", explicó el comunicado de la Presidencia, divulgado por la agencia oficial de noticias local MENA.
Túnez decidió el viernes, de forma unilateral, durante la reunión preparatoria, aplazar de forma indefinida la Cumbre por las fuertes discrepancias surgidas entre los 22 países sobre la postura a adoptar frente a Israel.
El secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, advirtió hoy de que la suspensión de la Cumbre Árabe tendría "consecuencias peligrosas para la acción común de los países árabes".
Con esa declaración, el diplomático egipcio pidió ayuda a su país, principal valedor de la organización y lugar donde se encuentra el cuartel general de la Liga.
"La situación es grave y es necesario que decidamos una actuación urgente y Egipto es capaz de dirigir esa acción, conjuntamente con otros países", manifestó Musa.
La suspensión de la cumbre no tiene precedentes en la historia de la organización árabe, según recalcó a EFE un diplomático que estuvo presente en las reuniones a puerta cerrada del Consejo Ministerial.
"El aplazamiento ha impactado en la población árabe, ya que tenía muchas esperanzas no sólo con vistas a las reformas si no también para (resolver) el conflicto de Oriente Medio", aseguró en El Cairo el vicesecretario de la Liga, Saud al-Zuberi.
Añadió que "suspender la Cumbre ha sido mejor que celebrarla y no conseguir ninguna de las expectativas". "Espero que pueda ser convocada lo antes posible en cualquier otro país, porque la situación internacional y regional y los grandes poderes no nos van a esperar", agregó.
"Si no nos enfrentamos a nuestros problemas de forma rápida, podemos prever la intervención de los demás", apostilló.
Túnez ha justificado su decisión de suspender el encuentro por la negativa de algunos países árabes de incluir en el proyecto de reformas sociales del mundo árabe una condena clara y precisa a la violencia y el terrorismo.