GINEBRA.- El gobierno chino dio el visto bueno para que el relator sobre tortura de Naciones Unidas, Theo Van Boven, visite ese país y efectúe investigaciones bajo las condiciones que el experto ha puesto.
Así lo informó hoy el propio relator, quien consideró como un "progreso el hecho de que el gobierno de Beijing le haya confirmado que está dispuesto a darle todas las libertades para que cumpla con su misión en ese país".
Entre las condiciones para realizar esta visita, el experto indicó que debía tener total libertad para entrevistarse con quien quisiera y visitar los centros de detención de su elección sin previo aviso.
Asimismo, pidió que se garantice que las personas que tendrán contacto con él "no serán castigadas o víctimas de represalias".
Se trata -sostuvo el jurista Van Boven- de requisitos indispensables para efectuar una investigación sobre la eventual práctica de la tortura en cualquier país.
La visita durará quince días y no se limitará a Beijing, sino que comprenderá varias regiones del interior de China, precisó.
Por otro lado, el experto de la ONU reveló haber solicitado al Gobierno de Estados Unidos, conjuntamente con el relator especial sobre el derecho a la salud Paul Hunt, autorización para visitar la base militar de Guantánamo en la isla de Cuba.
Explicó que se ha dirigido comunicaciones a las autoridades estadounidenses sobre la situación de personas detenidas en Guantánamo, así como en la base de Bagram en Afganistán, sobre cuyos casos recibió información.
Las respuestas de EE.UU. han hecho referencia "a la situación general" de los detenidos y no a casos individuales, declaró.
Sin embargo -subrayó- no han recibido aún respuesta alguna sobre una eventual visita a Guantánamo, solicitud que él y su colega Hunt hicieron hace dos meses.
Sobre la situación de los detenidos en Guantánamo, el relator cuestionó la posición del gobierno de George Bush de negar que sus tribunales tengan jurisdicción en esa base militar.
Haciendo alusión a precedentes establecidos por distintos cortes internacionales de justicia, señaló que "si se ejerce control sobre ciertas personas también se tiene la responsabilidad de lo que se hace con ellas".
"Si Estados Unidos se toma el derecho internacional en serio debe aceptar su responsabilidad (en Guantánamo)", concluyó.