RIO DE JANEIRO.- Un juez de crimen de Río de Janeiro ordenó hoy la liberación del asesino confeso de una pareja de estadounidenses, hace tres meses en Río de Janeiro.
El hombre mostró a los policías una palanca de hierro que dijo haber usado para atacar a golpes a la pareja formada por el ejecutivo de la Shell Zera Todd y su esposa Michelle Staheli mientras ambos dormían, pero el juez afirmó que no había pruebas suficientes.
El juez Renato Barboza afirmó que la detención del asesino confeso es ilegal, porque fue presentado al juzgado sin abogado defensor y, de acuerdo con la ley, la mera confesión no es suficiente cuando el delincuente no es detenido in fraganti. Además, el acusado Jossiel da Conceiçao tiene dirección fija, buenos antecedentes policiales y no intentó escapar después del crimen.
La inesperada confesión del sereno, que no figuraba entre los sospechosos, constituyó un verdadero vejamen para la policía, que trabajó en el caso con recursos ultramodernos y el asesoramiento de dos especialistas del FBI.
El asesino dijo que había intentado confesar su culpa "porque no aguantaba más" pero las dos veces que fue a la comisaría con ese propósito ni siquiera fue oído.
Como motivo del crimen, alegó que estaba haciendo un trabajo en el techo de la casa cuando Zera Todd le dijo a su hija: "Olha o crioulo!" (¡Mira ese negro) sonriendo y en correcto portugués, lo que lo hizo sentir "muy humillado".
El comisario dijo que se propone hacer ahora pruebas con luminal (sustancia que pone en evidencia vestigios de sangre) en la ropa de Jossiel y exámenes de ADN para compararlo con el material genético encontrado bajo las uñas de Michelle.
