LA PAZ.- La policía confiscó 1.600 kilos de dinamita en una populosa calle de esta capital y detuvo a dos personas la noche del viernes, tres días después de que un minero desempleado se volara con explosivos en el Congreso matando a dos agentes más.
El comandante de la Policía, general Jairo Sanabria, dijo que los explosivos estaban almacenados en 80 cajas y su destino era la "venta clandestina". No descartó que pudieran desviarse a acciones subversivas. "Estamos investigando y no descartamos nada", aseguró.
En la casa también se encontraron 30 bolsas de nitrato de amonio que se utiliza como duplicador de explosiones, dijo la policía.
Las dos personas detenidas, una mujer y un hombre serán arrestados preventivamente por venta ilegal de dinamita y por poner en riesgo la vida de personas, dijo el fiscal Félix Peralta. Ella era la casera y dueña de los explosivos.
Sanabria dijo que la dinamita estaba en dos cuartos pequeños y que de haberse activado hubieran podido hacer volar el vecindario.
"La dinamita es de origen argentino y estaba cristalizada por la humedad. Cualquier chispa podría haber ocasionado la explosión de toda la carga y hubiera provocado daños en cinco kilómetros a la redonda", explicó el comandante de Bomberos, Rolando Viscarra.
El minero desempleado Eustaquio Picachuri de 47 años murió el martes al detonar 6 kilos de dinamita que llevaba en su cuerpo. Exigía su jubilación tras cinco años de trámites infructuosos.
La explosión mató a dos policías e hirió a otros diez y causo graves daños a la fachada del Congreso.
En varias ciudades mineras de Bolivia la venta de dinamita es irrestricta y habitualmente los mineros hacen detonar esos explosivos en sus protestas callejeras.
