MADRID.- Tres sospechosos de terrorismo buscados en conexión con los atentados del mes pasado en Madrid, se suicidaron el sábado detonando cargas explosivas en un edificio rodeado por la policía al sur de la capital, dijo el ministro del Interior, Ángel Acebes.
Agregó que un agente del Grupo Especial de Operaciones (GEO) murió, mientras que otros 11 policías y tres vecinos de edificios colindantes resultaron heridos de diversa consideración.
El escenario de la operación fue la calle de Irene Fernández, antes llamada de las Madres de la Plaza de Mayo.
Acebes dijo que los indicios preliminares indicaban que los tres terroristas habían muerto, pero que esto estaba sujeto a confirmación tras el examen de los restos destrozados.
Previamente, la policía había acordonado la zona de Leganés y había ordenado la evacuación de sus residentes.
La televisión mostró escenas en que se veían columnas de humo que se elevaban detrás de edificios de la zona, y a un grupo de gente que escapaba por una calle cercana.
Varios helicópteros sobrevolaron el lugar con reflectores y dijeron a los residentes que permaneciesen en sus casas, según testigos. Otros fueron evacuados.
Richard Ibáñez, vocero del Ministerio del Interior, dijo que la policía de Leganés buscaba a "varios" sospechosos en una operación antiterrorista vinculada con los atentados de Madrid, que ocasionaron 191 muertos y más de 1.800 heridos.
Empero, no pudo indicar cuántos sospechosos se buscaban ni su conexión con los atentados.
España ha acusado ya a 15 personas en relación con los atentados del 11 de marzo contra cuatro trenes de las cercanías, en lo que se considera el peor ataque terrorista de España.
El gobierno ha dicho que su investigación se concentra en el Grupo Combatiente Islámico Marroquí, que tiene vínculos con la red Al Qaeda.
Seis de ellos están acusados de asesinato en gran escala y nueve de pertenecer a una organización terrorista o de colaborar con ella.
Once de los 15 acusados son marroquíes.
Terroristas llevaban un mes en Leganés y nunca se dejaban ver
Los tres terroristas inmolados llevaban un mes en el piso, sus vecinos apenas les veían y mantenían siempre las persianas de la casa bajadas.
Así lo relató Sandra, una joven testigo de la explosión provocada por los inquilinos árabes y que se encontraba jugando en un patio justo al lado del inmueble donde vivían los islamistas cuando oyó "gritos de Alá, Alá y otras palabras en su idioma y luego un ruido como de disparos".
Cuenta Sandra que inmediatamente se arrojó al suelo y que sintió que se producía una fuerte explosión y afirma que "gracias a los policías no nos ha pasado nada a todos cerca de allí".
La joven reside en una vivienda aledaña a la que habitaban los terroristas, pero acude con frecuencia al inmueble donde ocurrió la explosión porque en él viven varias amigas suyas.
Sandra aseguró que "todos los vecinos contaban que en ese piso vivía gente muy rara, que lo habían alquilado hace un mes, pero que ellos nunca salían de la casa y tenían siempre las persianas completamente bajadas".
"Sabíamos que eran inmigrantes, pero no les habíamos visto, eran extraños. No como los colombianos que habían tenido alquilado el mismo piso un mes antes, a los que todo el mundo conocía".
Otros vecinos desalojados de los edificios que la policía protegió durante la operación policial dijeron que varios agentes habían estado los dos últimos días por la zona mostrando fotos de jóvenes con rasgos árabes por si los conocían de vista.
Sin embargo, el teniente de alcalde del ayuntamiento de Leganés, Raúl Calle, dijo a la prensa que el barrio donde ha tenido lugar el suceso es de nivel medio-alto y "no hay apenas inmigración y menos, vecinos árabes".
