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Encuentran décima cabeza humana con mensaje para el Presidente de Hoduras

El mensaje se atribuye a las pandillas juveniles contra las cuales hay un duro plan de combate desde octubre.

09 de Abril de 2004 | 14:44 | Orbe
TEGUCIGALPA.- La cabeza de un hombre decapitado apareció ayer en Honduras, el décimo hallazgo de este tipo desde agosto, con un mensaje desafiante dirigido al presidente Ricardo Maduro y atribuido a las violentas pandillas juveniles.

El gobierno lanzó en octubre una dura ofensiva, a cargo de la policía y el ejército, para terminar con las pandillas, conocidas como "maras", después de que el Congreso aprobara leyes más severas para castigarlas.

En respuesta, aparecieron en los meses siguientes varias cabezas en distintas ciudades hondureñas con mensajes amenazantes contra el gobierno y advertencias de que las pandillas no serán vencidas.

"Chele (viejo) Maduro, del hambre que tenemos hasta nos estamos comiendo a la gente", dijo el mensaje, leído telefónicamente por el sargento Edgardo Zerón, portavoz policial.

Según Zerón, la cabeza fue encontrada dentro de una bolsa de plástico sobre un banco en el concurrido parque de la ciudad de El Progreso, 150 kilómetros al norte de la capital Tegucigalpa.

En los mensajes que acompañaron a los macabros hallazgos de meses anteriores, las pandillas desafiaron a Maduro y a los cuerpos de seguridad con mensajes más agresivos.

"Nadie ha reclamado la autoría de este episodio de terror. Hay una unidad especializada que investiga estos eventos de decapitación", detalló Zerón.

Algunos especialistas consideran que las "maras", el principal problema de seguridad en el país, son fruto de la pobreza que afecta al 80 por ciento de los 6,8 millones de hondureños.

El ministerio de Seguridad atribuye a las pandillas las decapitaciones, que han ocurrido principalmente en San Pedro Sula, una ciudad situada a 165 kilómetros al norte de Tegucigalpa.

En Honduras hay unos 33.000 niños y jóvenes que, según cifras oficiales, integran pandillas y se dedican a asaltos callejeros, robos en viviendas y comercios, al tráfico de drogas y hurto de vehículos.

Las bandas rivales suelen librar sangrientas batallas entre sí y algunos legisladores mexicanos creen que se están extendiendo hacia su país.

En las operaciones combinadas de la policía y el ejército, amparadas por la llamada ley anti-maras, se ha arrestado a más de 1.000 líderes pandilleros, según el gobierno.