SANTIAGO.- Un rehén italiano, guardia de seguridad privado, fue asesinado hoy por el grupo que lo había capturado en Irak, informó la cadena Al Jazeera, mientras que un periodista francés fue liberado tras dos días de cautiverio.
Según Al Jazeera, los secuestradores amenazan con matar a los otros tres italianos que permanecen cautivos en Irak, empleados de una empresa de seguridad privada estadounidense.
El régimen de ocupación estadounidense informó que al menos 40 extranjeros de 12 países son mantenidos como rehenes por la resistencia en Irak.
En ese marco, se registraron hoy fuertes combates en Falluja el bastión de la resistencia sunnita, pese un frágil acuerdo de cese del fuego.
Al Jazeera dijo que recibió un video con la imagen del rehén asesinado y una proclama de las Falanges de Mahoma. El gobierno italiano no confirmó en principio el episodio.
Las Falanges de Mahoma enviaron un mensaje "al pueblo italiano" y explicaron que mataron al rehén "a causa de las declaraciones (del Premier Silvio) Berlusconi".
En Roma, el canciller Franco Frattini reconoció horas más tarde la veracidda de la información, luego que un representante diplomático pudo ver el video e identificar a la víctima. El Primer Ministro italiano Silvio Berlusconi dijo más tarde que "han tronchado una vida, no nuestros valores".
En Bagdad, el periodista Alexander Jordanov, de la agencia televisiva CAPA, fue liberado hoy tras dos días de cautiverio, pero no se tienen noticias sobre los aproximadamente 40 rehenes que continúan en poder de la resistencia.
Hoy se sumaron dos japoneses -uno de ellos periodista "free lance"- a la lista de rehenes, según dijo la prensa en Tokio en base a datos de una organización no gubernamental nipona presente en el país ocupado.
Estos dos se suman a los tres japoneses -un reportero gráfico y dos miembros de una ONG- raptados hace una semana, cuya liberación se frustró el domingo debido a que -dijeron los captores- el premier Jonichiro Koizumi los llamó terroristas y no combatientes por la liberación de su país.
Cuatro rehenes estadounidenses aparecieron asesinados el martes cerca de Bagdad. Sus cuerpos están irreconocibles porque fueron mutilados, dijo la cadena NBC en Estados Unidos.
Los cuatro trabajaban para KPR, subsidiaria del gigante energético Halliburton, donde hasta 2000 trabajó como gerente el vicepresidente estadounidense, Dick Cheney.
En el marco de la ola de secuestros de extranjeros en reclamo del cese del régimen de ocupación, Rusia comenzará mañana la evacuación de sus ciudadanos -unos 700- que en su mayoría trabajan para empresas petroleras.
La prensa iraquí dijo que con este retiro de rusos se cancelan proyectos energéticos por mil millones de dólares.
"La situación es la peor posible", definió hoy el presidente de la Comisión Europea, el italiano Romano Prodi, de visita en China.
En el mediano plazo, la situación tampoco es vista con optimismo. El enviado de la ONU a Bagdad, Lajdar Brahimi, dijo hoy que "la seguridad debe mejorar notablemente para que se puedan realizar elecciones en enero de 2005".
Brahimi dijo que "todavía" confía en que se pueda llegar al traspaso de poder a los iraquíes por parte de Estados Unidos el 30 de junio, como está previsto.
Cuatro marines murieron entre el lunes y el martes en ataques de la resistencia, lo que llevó a 87 el total de pérdidas de la coalición en dos semanas de enfrentamientos en Falluja y en las ciudades chiítas del sur contra las milicias de Moqtada Sadr.
Al menos 600 iraquíes murieron hasta hoy en la operación lanzada el 5 de abril contra la ciudad sunnita de Falluja por parte de los estadounidenses.
Estados Unidos anunció una tregua el viernes para permitir que el Consejo de Gobierno provisorio negocie un cese del fuego. "Los negociadores dijeron que serán varios días de tratativas", dijo una fuente del régimen de ocupación.
"No me imagino que este impasse dure mucho, porque es difícil mantener el cese del fuego cuando nos atacan. Queremos respetarlo pero el enemigo no lo hace", dijo el general estadounidense James N. Mattis.
La Media Luna Roja, en tanto, envió tres camiones de medicinas y víveres por el temor a una crisis humanitaria en Falluja y otras ciudades chiítas que están bajo el control del Ejército de Mehdi, las milicias del clérigo Sadr.
