BOGOTÁ.- El Presidente de Colombia, Alvaro Uribe, se opouso a la posibilidad de intercambiar rebeldes presos por efectivos y civiles secuestrados, y no desechó el rescate militar de los cautivos, según declaraciones conocidas hoy.
Al reiterar sus reparos a un acuerdo humanitario, el gobernante se negó a reconocerle a las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, marxistas) el status de delincuentes políticos’’.
“Son terroristas’’, subrayó Uribe, desde la ciudad de Neiva (suroeste), donde este sábado encabezó un consejo comunal.
El mandatario se refirió a la exigencia hecha por la agrupación rebelde de intercambiar’’ a un grupo de policías, soldados y civiles que mantiene secuestrados por todos sus integrantes presos.
Yo no puedo igualar en nombre del derecho humanitario a la Fuerza Pública de mi patria, legítima, institucional y democrática, con los terroristas. Yo no puedo darle el mismo tratamiento a los soldados secuestrados que a los terroristas que están en las cárceles’’, añadió.
Uribe abrió las puertas al rescate de los rehenes, posibilidad que ha sido rechazada tajantemente por las familias de los retenidos.
Yo sé que en el momento que estos terroristas sientan el asedio cercano de la Fuerza Pública, en ese momento tienen que permitir o una negociación razonable o le rescatamos los secuestrados, o los tienen que liberar unilateralmente’’, señalóión del jefe de Estado desató de inmediato diversas opiniones y reabrió el debate sobre la suerte que puedan correr los secuestrados.
El derecho humanitario no puede encubrir ni circunstancias, ni actuaciones por fuera de la Constitución y la ley. El intercambio humanitario cada día será más distante’’, estimó el presidente del Congreso, el oficialista Germán Vargas.
A su turno, Fabiola Perdomo, portavoz de los parientes de los cautivos, se opuso a la realización de operaciones castrenses para devolverle la libertad a sus familiares.
Rechazamos el rescate como una salida al tema de los secuestrados de este país’’, subrayó.
Las FARC tienen en su poder a un ex ministro, tres estadounidenses, 45 uniformados y varios dirigentes políticos, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, a los que pretenden intercambiar por todos sus miembros presos.
Uribe ha condicionado la realización de un acuerdo humanitario a la entrega de todos los secuestrados y al compromiso de que los rebeldes que salgan de prisión abandonen el país.
El grupo rebelde, que pide desmilitarizar algunas zonas, anunció hace poco sus nuevos voceros para las negociaciones de un eventual ’’canje’’, y se declaró a la espera de la respuesta oficial.
Recientemente, el diario bogotano El Tiempo’’ advirtió que el acuerdo humanitario se encuentra en una ’’sinsalida’’ y son las FARC las que tienen la ’’llave’’. A su vez, el experto Miguel Silva estimó que ’’es hora de tener el coraje de traer a los nuestros a casa’’ mediante un intercambio que debe concretar Uribe.
