EMOLTV

Familias enteras muertas en bombardeos estadounidenses en Faluya

Ualid Muhamad Dahi, de 3 años, perdió a toda su familia, sus padres y seis hermanos, el pasado martes por la noche, en un bombardeo que duró un cuarto de hora.

18 de Abril de 2004 | 17:20 | EFE
BAGDAD.- El Ejército estadounidense ha matado a familias enteras y diezmado a otras en los bombardeos aéreos contra barrios residenciales en los primeros días de su ofensiva contra la ciudad de Faluya, según testimonios recogidos por EFE.

Ualid Muhamad Dahi, de 3 años, perdió a toda su familia, sus padres y seis hermanos, el pasado martes por la noche entre las nueve y las diez de la noche hora local, en un bombardeo que duró un cuarto de hora y en el que 29 personas, miembros de cuatro familias y todos ellos parientes, resultaron muertas, según los testigos, por bombas de racimo.

Tres de las familias se encontraban en una misma casa y la cuarta, la de Ualid Muhamad Dahi, en su hogar, una vivienda vecina de una sola planta en el barrio de Yolan, en el extremo noroeste de la ciudad de Faluya y donde se registraron los ataques aéreos más severos que comenzaron el 5 de abril.

Ualid, que ha perdido un ojo y sufrido fracturas en el cráneo, llama constantemente a su madre, muerta ya desde hace casi dos semanas.

"Le digo que la carretera entre Bagdad y Faluya está cerrada y que cuando esté abierta iremos a ver a sus padres", dijo Jamis Saleh Abdala al-Nimraui, de 45 años y primo de Ualid.

En los bombardeos ese martes negro, al-Nimraui perdió seis de sus nueve hijos, el mayor Nader, de 22 años, y la más joven Duha, de poco más de un año, además de su mujer y un hermano, Ahmad.

El martes por la mañana, al-Nimraui decidió evacuar a su familia de su casa, debido a que se encontraba demasiado cerca de los enfrentamientos entre los insurgentes iraquíes y los soldados estadounidenses y esa madrugada las bombas habían caído muy cerca.

Primero se trasladaron hasta la casa de una hermana de él, a 300 metros, y poco después de la puesta de sol decidieron moverse a unos 400 metros más lejos a la casa de un tío, Ali Dhahi.

"Pensábamos que la casa de Ali Dhahi, de dos plantas, sería más segura y además era más amplía", contó al-Nimraui.

En esa casa, que se convirtió en una fosa común, murieron, además de la familia de al-Nimraui, su hermana, la viuda Manua Saleh, y sus cinco hijos, y seis hijos de Ali Dhahi y su mujer.

"Media hora después de cenar, quizás menos, vimos dos aviones hacer círculos encima nuestro. Las mujeres y los niños estaban en una habitación, los hombres en la sala de invitados", explicó.

"Primero fueron alcanzados los coches delante de la casa, que empezaron a arder. En ese momento estábamos aterrorizados, no sabíamos donde ir", agregó.

Al-Nimraui, y su hijo Muhamad se refugiaron en el cuarto de baño con Ali Dhahi, y dos de sus hermanos, todos ellos supervivientes.

"Desde allí escuchamos cómo las bombas empezaban a caer sobre la habitación donde estaban las mujeres y los niños, que pedían ayuda a gritos e invocaban a Dios, pero no me podía imaginar que morían", explica.

"Al día siguiente fui al hospital para ver a mi familia, los cuerpos de los niños estaban irreconocibles y otros despedazados", apuntó.

"Me acosté a dormir entre ellos, porque me di cuenta de que había perdido todo y deseaba morir con ellos", añadió a punto de romper a llorar.

Al-Nimraui guarda un pedazo de metralla que encontró en la mano de su hijo Saif, de 2 años, y "que apretaba por el dolor mientras moría".

"Me he convertido en un hombre loco, no me puedo controlar. Hasta ahora no entiendo lo que ha pasado, no tengo palabras", señala.

Al-Nimraui niega que hubiera miembros de la resistencia iraquí cerca de esa casa y no se puede explicar por qué fue bombardeada.

No obstante, no duda que cuanta más gente muera y más destrucción sufran los iraquíes, la resistencia contra los estadounidenses se hará más fuerte.

"Odio a los estadounidenses", asevera.

En cuanto al futuro de Irak, no tiene ninguna esperanza.

Según fuentes iraquíes en Faluya, más de 600 personas han muerto en la ofensiva que lanzó EE.UU. contra esa ciudad tras la muerte de cuatro contratistas estadounidenses cuyos cuerpos fueron objeto de escarnio público en esa localidad de 300.000 habitantes de mayoría suní y ubicada a 60 kilómetros al oeste de Bagdad.

Un débil alto el fuego fue alcanzado hace una semana entre el Ejército estadounidense, que continúa con el asedio a Faluya, y los habitantes de la ciudad.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?