JERUSALEN.- Dieciocho años después de que fue secuestrado por agentes del Mossad, el delator nuclear Mordejai Vanunu quedará en libertad esta semana, aunque Israel teme que el hecho atraiga atención no deseada sobre su propio arsenal nuclear.
Los activistas antinucleares volarán desde Europa y Estados Unidos para estar presentes el miércoles en su liberación, pero no podrán abrazar a su héroe.
Los servicios de seguridad de Israel, que tratan de acallar los festejos y evitar que Vanunu hable, le han prohibido que converse con extranjeros, viaje al exterior o incluso acercarse a embajadas extranjeras por temor de que pudiera solicitar asilo político.
Vanunu, de 50 años, dijo en declaraciones publicadas el lunes que no tiene más secretos que revelar, más allá de lo que declaró al periódico "The Sunday Times" de Londres en 1986 sobre sus nueve años como técnico en el reactor nuclear Dimona en el desierto del Néguev.
Estados Unidos y Europa ya conocen todo lo que necesitan sobre el programa nuclear de Israel, dijo Vanunu a interrogadores del servicio de seguridad Shin Bet hace dos semanas, según transcripciones publicadas en los diarios Yediot Ahronot y Maariv.
"En cuanto a mí, sólo quiero repetir las cosas que ya he dicho y que fueron publicadas", señaló Vanunu, según los diarios.
El delator nuclear dijo que espera que haya más debate sobre el programa nuclear de Israel, y que el reactor Dimona sea destruido, "como lo fue el de Irak". Israel bombardeó el reactor iraquí en 1981.
Con base en las descripciones y fotografías que Vanunu tomó secretamente dentro del reactor Dimona, en 1986 los expertos extranjeros afirmaron que Israel tiene el sexto arsenal de armas nucleares más grande del mundo.
Esas revelaciones socavan la política de Israel de "ambigüedad nuclear".
Esa política fue forjada en la década de 1960, cuando Israel prometió a Estados Unidos que no daría a conocer cuántas armas nucleares poseía, ni las probaría o las usaría para obtener ventajas políticas, escribió el historiador israelí Avner Cohen en el sitio en la internet del Boletín de Científicos Atómicos, una revista académica estadounidense.
A cambio, Washington no presionó a Israel para que se desarmara.