GINEBRA.- Cuba presentó hoy un proyecto de resolución revisada sobre las "detenciones arbitrarias" en la base naval de EE.UU. en Guantánamo, el primero que se plantea en la Comisión de Derechos Humanos sobre el tema, y que se someterá a votación el próximo jueves en Ginebra.
La resolución insta a EE.UU., como país que "ejerce jurisdicción efectiva" sobre ese territorio, a proporcionar a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU y a otros estados la información necesaria para aclarar las condiciones de vida y el estatus jurídico de los detenidos.
En la nueva redacción se recuerda que todo Estado parte del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos "se compromete" a respetar y a garantizar a todos los individuos "en su territorio y sujetos a su jurisdicción" los derechos allí reconocidos "sin distinción de raza, color, sexo, idioma, religión, creencias políticas u otras, origen nacional o social, nacimiento u cualquier otro estatus".
El proyecto revisado, actualmente en fase de consulta con diversas capitales y en busca de copatrocinadores, según dijeron fuentes diplomáticas cubanas, solicita también a EE.UU. que informe de "los pasos que ha dado para garantizar el respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales y su protección de conformidad con el derecho humanitario internacional".
En el texto propuesto, la Comisión se manifiesta "profundamente preocupada" de la existencia, según "informaciones creíbles", de "una situación de privación de tales derechos que afecta a un número no determinado de personas detenidas a resultas de operaciones miliares en Afganistán" y que incluyen "a menores de edad", referencia esta última que no figuraba en el primer borrador.
A ese respecto recuerda que, según la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, toda persona que sea arrestada "será informada de los cargos contra ella y considerada inocente hasta que se pruebe su culpabilidad". Asimismo, establece que "será conducida rápidamente ante un juez" y tendrá el derecho "a un juicio público" y con plenas garantías en un plazo "razonable".
La resolución solicita asimismo a EE.UU. que "ponga fin a las supuestas violaciones" mencionadas en el texto y que "tome las medidas necesarias para impedir las que puedan producirse" mientras que los detenidos "se encuentren bajo su jurisdicción efectiva".
Pide además al relator especial de la Comisión sobre la Tortura, así como al que se ocupa de la independencia de los Jueces y Magistrados y al grupo de trabajo sobre Detenciones Arbitrarias que, en el cumplimiento de su mandato, "consideren la situación descrita" en la resolución e informen de sus conclusiones al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Finalmente, se insta a éste último a presentar "un informe completo sobre la aplicación de la presente resolución" al próximo período de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos.
Cautelosamente redactado, el texto cubano no especifica que los relatores especiales deban solicitar que se les permita visitar la base naval de Guantánamo para informarse de primera mano de lo que allí ocurre, lo que obedece a un intento de encontrar el máximo consenso posible, según explicó un diplomático de la isla.
Fuentes diplomáticas occidentales dijeron que los países europeos, algunos de los cuales tienen a ciudadanos presos en Guantánamo, están actualmente divididos sobre la actitud a adoptar frente al proyecto cubano: algún aliado incondicional de EE.UU. ha anunciado que votará en contra, otros se dicen en principio a favor, mientras que un tercer grupo propone la abstención.
Fuentes latinoamericanas dijeron que esperan instrucciones de sus gobiernos sobre el sentido de su voto, al tiempo que se refirieron a la posibilidad de que EE.UU. invoque una cuestión de procedimiento para impedir que el tema se trate este año en la Comisión, algo que podrían aceptar otros.
La delegación cubana, que habló de supuestas presiones de Washington sobre los europeos, dijo hoy que sería un sarcasmo que los mismos países occidentales que se oponen a las llamadas "mociones de no acción", esgrimidas siempre por China para evitar su condena en esta Comisión, fuesen a aprobar una iniciativa similar en el caso de Guantánamo.