CARACAS.- El cardenal Rosalio Castillo Lara denunció el jueves que en Venezuela "hay una dictadura", y exhortó a los grupos opositores y a la fuerza armada a que "no se resignen" y defiendan la democracia.
Sostuvo que no estaba llamando a una rebelión armada, "sino el hecho de quitar de un puesto a uno que no quiere dejarlo".
"Aquí hay una dictadura...aquí hay un gobierno completamente despótico dependiendo de una sola persona", dijo el cardenal en una entrevista en la televisora CMT.
El prelado instó a los grupos opositores y militares a que "no se resignen" debido a que "aquí está en juego algo muy grande y es la libertad y la democracia".
"Aquí se trata de crear un país satélite de Cuba, liderizado y gobernado por Fidel Castro. Yo no sé cómo Venezuela no ha protestado en un modo mucho más enérgico ante esa invasión no sólo de cubanos, sino de cubanismos", comentó el cardenal.
Denunció que el "servicio de inteligencia" cubano tiene "controlado todo aquí".
"¿Cómo la pueden soportar (la acción de los cubanos) los generales y oficiales venezolano?", inquirió el cardenal.
Castillo Lara también mostró preocupación por las denuncias de "torturas" y "maltratos" que sufrieron manifestantes el mes pasado durante unos violentos disturbios que ocurrieron en Caracas y otras siete ciudades del interior del país.
Grupos opositores realizaron protestas callejeras en rechazo a una decisión del Consejo Nacional Electoral que pasó a observación 1,1 millón de firmas que son determinantes para convocar un referendo sobre recorte de mandato del presidente Hugo Chávez.
Las autoridades católicas han mantenido tensas relaciones con Chávez durante sus cinco años de gobierno, y no han escapado al verbo encendido del mandatario quien en una oportunidad las llamó "tumor".
Chávez atacó hace dos semanas al cardenal Castillo Lara a quien señaló de estar cargado de "veneno por dentro", y de tener un expediente irregular en el Vaticano.
En Venezuela más de la mitad de la población, de 24 millones de habitantes, se declara católica.
Chávez, un ex militar golpista con ideas de izquierda, mantiene estrechas relaciones con Castro, situación que ha generado fuertes críticas de parte de grupos opositores venezolanos quienes han acusado al gobernante de tratar de introducir el comunismo en Venezuela.
El Mandatario ha rechazado que quiera imponer en Venezuela un régimen político similar al cubano.