LA PAZ.- Bolivia tiene "todo el derecho" de definir la forma y el destino de su gas natural, dijo hoy el Gobierno boliviano, en respuesta a una protesta de las autoridades de Chile contra el acuerdo de venta del energético boliviano a Argentina, que impide su reventa a territorio chileno.
"Ellos tienen todo el derecho de plantear los reclamos que quieran. Nosotros tenemos todo el derecho de decidir cómo, en qué forma, a quién vendemos nuestro gas", afirmó en una rueda de prensa en la ciudad de La Paz el ministro de la Presidencia, José Antonio Galindo.
El Palacio de la Moneda de Santiago envió hoy una nota de queja al cónsul general de Bolivia en la capital chilena, Víctor Rico, para mostrarle su molestia por dos condiciones que se impusieron en el convenio suscrito el miércoles entre los presidentes Carlos Mesa y Néstor Kirchner.
Por el mismo, Bolivia abastecerá a la nación vecina con 4 millones de metros cúbicos diarios durante seis meses para paliar el déficit de este producto en tierras argentinas.
Además, en el contrato, el mandatario boliviano logró incorporar dos cláusulas que, aunque no mencionan directamente a Chile, garantizan a Bolivia que sus exportaciones de gas no se usarán para abastecer a aquél país, que sufre los efectos de la crisis energética de su proveedor.
En Chile, existe una grave preocupación por la decisión del Gobierno argentino de reducir en 3,3 millones de metros cúbicos diarios sus exportaciones de gas a tierras chilenas, equivalente a más del 20 por ciento de todo el gas que se compra a ese país (13 millones de metros cúbicos diarios), lo que ha ocasionado también quejas de Santiago.
Las restricciones del acuerdo boliviano-argentino, claramente dirigidas contra Chile, forman parte de la ofensiva del Gobierno de Carlos Mesa para que la nación transandina satisfaga la centenaria reivindicación de restitución de un acceso al Océano Pacífico, que Bolivia perdió en favor de los chilenos en una guerra del siglo XIX.
Galindo hizo notar a los periodistas "cómo este convenio, que no ha sido fácil y que ha costado mucho negociarlo, genera también una reacción que favorece la posición boliviana en cuanto a un visión del continente acerca de la situación que tiene el país y su reclamo continúo de una salida al mar".
En caso de que un referéndum, fijado para el próximo julio, autorice la exportación del energético, el contrato de venta a la Argentina podrá ser ampliado por un período de cinco años.
