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Murió Estée Lauder

La conocida cosmetóloga murió el sábado en la noche a la edad de 97 años. "Perseguir la belleza es un asunto de honor" fue su lema.

26 de Abril de 2004 | 08:53 | DPA
NUEVA YORK.- Su nombre era sinónimo de una promesa maravillosa: belleza juvenil y elegancia para todas las mujeres, de por vida. "Perseguir la belleza es un asunto de honor", era el lema de la reina estadounidense de los cosméticos Estée Lauder, que nació en una familia humilde y murió la noche del sábado al domingo a los 97 años como una de las mujeres más ricas del mundo.

La hija del ferretero Max Mentzer, nacida en el distrito neoyorquino de Queens, comenzó con una receta familiar de una crema de protección de la piel.

Cuando décadas después se retiró, entregó a sus dos hijos un imperio. El valor de la compañía Estée Lauder es estimado en diez mil millones de dólares (unos 8.500 millones de euros). El consorcio emplea actualmente a 21.000 personas, y los productos, que abarcan también las marcas Clinique y Aramis, se venden en más de 130 países.

"Algún día", prometió la bella y ambiciosa Josephine Esther Mentzer a sus amigas en Queens, "tendré todo lo que deseo". Para ello, iba de una fiesta de mujeres a otra con las pomadas, cremas y aceites que su tío John Schotz, un químico húngaro, fabricaba en un hornillo a gas.

La elegante mujer, que en 1930 se casó con el comerciante de telas no demasiado exitoso Joseph Lauder, convenció a sus clientes de que la cosmética podía hacer milagros. El hecho de que la gama de productos del tío químico incluyera al principio no sólo cremas de belleza, sino también pomadas contra rasguños o piojos no molestaba demasiado.

La encantadora Estée convenció al centro comercial de lujo Saks Fifth Avenue de que ofreciera a prueba algunos de sus cosméticos. Pronto, se vendían también en otras tiendas neoyorquinas. El gran éxito llegó en 1953 con un aceite de baños con extractos de flores y hierbas, que Lauder creó junto con su amigo y luego director comercial Arnold van Ameringen: "Youth Dew" (Rocío de Juventud) prometía belleza y juventud para toda la eternidad.

Para la publicidad, Estée se bañó sensualmente en una piscina en Palm Beach. El aceite de baño se convirtió en una exitosa línea de fragancias. Toda mujer que se preciaba de ello salía con el "rocío de juventud" sobre su cuerpo. La estrella de Hollywood Joan Crawford juraba que había seducido a su cuarto marido con la fragancia de Lauder.

Entre los mitos que a Lauder le gustaba impulsar figuraba el de que provenía de una familia aristocrática europea. Después de todo, más adelante, la duquesa de Windsor y la princesa Gracia de Mónaco formaban parte del círculo de amigos de la exitosa estadounidense, que tenía su cuartel central en Fifth Avenue donde recibió incluso visitas de Estado como la de Mijail Gorbachov y su esposa Raissa.

La empresaria, considerada la inventora de la publicidad con pruebas gratuitas de cosméticos en miniatura, también se ganó muchos amigos con sus donaciones a hospitales, universidades y museos.

Con sus colegas de rubro, sin embargo, no sostenía muy buenas relaciones. A Elizabeth Arden la desacreditó como mezquina. Charles Revlon dijo que Lauder era "un enemigo implacable". Y sobre Helena Rubinstein, la "reina de los cosméticos", decía que podía parecer una zarina, pero que "la piel de su cuello no era para nada perfecta".
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