LIMA.- El presidente de Perú, Alejandro Toledo, condenó hoy "en los términos más enérgicos" el asesinato a manos de una turba del alcalde de la capital de la provincia peruana del Collao y anunció que los responsables de este crimen "serán severamente sancionados".
"Condeno la terrible tragedia de Ilave (la capital del Collao) en los términos más enérgicos...la ilegalidad y el asesinato así como la corrupción no son acciones de una sociedad civilizada", afirmó Toledo en una declaración a los periodistas.
El presidente peruano anunció que su gobierno actuará "con la fuerza que da la ley" para sancionar a los responsables del asesinato del alcalde del Collao, Cirilo Robles, a quien una turba linchó ayer en medio de acusaciones de corrupción y nepotismo.
Toledo dijo que comparte "con profunda preocupación estos hechos" y que su gobierno "ha iniciado la investigación de los acontecimientos".
"Nos ha costado mucho recuperar la democracia y tenemos un firme compromiso con ella, es un sistema donde impera la ley y el respeto por la dignidad y la vida humana...no podemos permitir que alguien imponga justicia por sus propias manos", acotó.
Toledo aseguró que "la calma ha regresado" a la zona y pidió a sus habitantes que "mantengan este clima de tranquilidad".
El ministro del Interior, Fernando Rospigliosi, confirmó, asimismo, que el concejal Arnaldo Chambilla se encuentra herido de gravedad y no muerto, como señalaron varios medios locales.
Unos 200 policías, acompañados por coches blindados, recuperaron hoy el control de Ilave y despejaron las vías y el paso fronterizo entre Perú y Bolivia.
El grupo policial, armado con fusiles de asalto y gases lacrimógenos, llegó a la localidad en medio de aplausos de algunos de los pobladores y rechiflas y consignas de otros grupos que, sin embargo, se mantuvieron en calma.
Una comisión negociadora enviada por el gobierno continúa en la zona con la intención de reunirse con los dirigentes de los pobladores para intentar devolver la tranquilidad a la zona.
La movilización de la población aimara de esta región se inició hace 25 días para solicitar la dimisión por presunta corrupción y nepotismo de tres alcaldes de la provincia del Collao, entre ellos el linchado Cirilo Robles.
