AMMÁN.- La creciente inseguridad obstaculiza las operaciones humanitarias en Irak, especialmente en el centro y el sur del país, según destaca un comunicado del Alto Comisionado de la ONU para refugiados (Acnur), hecho público hoy en Ammán.
La violencia afecta negativamente la distribución de ayuda humanitaria en esas dos zonas, según Acnur, que afirma que por la misma razón la mayor parte de las organizaciones no-gubernamentales activas en Irak han retirado del país a su personal extranjero.
El documento alude sobre todo a los combates que se registran casi a diario entre insurgentes iraquíes en el llamado "triángulo sunita", en especial en Faluya, al oeste de Bagdad, y en los alrededores de las ciudades chiítas de Nayaf y Kufa, en el sur.
"La deteriorada situación de seguridad, además de los posibles secuestros, ha llevado a varias organizaciones humanitarias a retirar a su personal expatriado", afirmó Abdul Aziz Osman, quien supervisa desde Ammán las actividades de Acnur en Irak.
"Claro que los incidentes en Irak impiden que Acnur lleve a cabo con eficiencia sus actividades en este país, donde aumenta cada día las necesidad de la población", añadió.
El informe cifra en 50.000 personas que se han visto obligadas a abandonar Faluya por los violentos combates registrados este mes en la ciudad sunita entre insurgentes iraquíes y marines norteamericanos.
"Muchos de los que se han visto obligados a abandonar Faluya viven en tiendas de campaña o en mezquitas", explicó el informe.
En el sur del país, la población sufre por la falta de medicinas y alimentos, especialmente en las ciudades chiítas donde crece la tensión entre los marines estadounidenses y los milicianos seguidores del líder rebelde chiíta Muqtada al Sadr, según la agencia de la ONU para refugia situación de los refugiados de otras nacionalidades residentes en Irak, en su mayoría sirios y palestinos.
