BRUSELAS.- Con la ampliación del 1 de mayo, los diez nuevos miembros de la Unión Europea (UE) no entrarán de improviso a las instituciones del bloque, ya que desde hace más de un año los Quince están acostumbrados a sus nuevos colegas por haberse reunido en cumbres, consejos de ministros o sesiones de los embajadores.
Hasta ahora, los "nuevos" no tenían sin embargo derecho a voto. Y la disputa en torno al sistema de decisiones que establecerá la Constitución europea demuestra que aún hay obstáculos que vencer. Sin embargo, la UE no sería la UE si no hubiese tomado precauciones para todos los escenarios posibles: cuanto más complicado, más europeo.
De forma independiente de la Constitución aún no aprobada, los 25 países pueden iniciar su trabajo conjunto, solamente deben leer y comprender el Tratado de Niza. Este acuerdo ya está en vigor, si bien no por completo. Al principio habrá una fase de transición:
La actual Comisión de la UE sigue en funciones hasta finales de octubre. Está compuesta por al menos un comisario por país, y los más grandes tienen dos, con lo cual existen 20 comisarios. Con los nuevos integrantes se suman otros diez -uno por cada Estado- lo que da un total de 30.
Los "nuevos" no se harán cargo sin embargo de un área en particular, sino que se incorporan como "gemelos" de algún otro comisario experimentado en Bruselas.
En la nueva Comisión a partir del 1 de noviembre, los países grandes sólo tendrán un comisario, lo que reducirá el número total a 25. El futuro presidente del Ejecutivo de la UE, ya que Romano Prodi regresa a la política italiana, será elegido por los jefes de Estado y de gobierno en la cumbre de junio.
También habrá una fase de transición en el Parlamento Europeo. Hasta las elecciones de mediados de junio los nuevos miembros designan a tantos legisladores como les corresponde, pero éstos no son elegidos por los ciudadanos.
En los comicios de entre el 10 y el 13 de junio esta situación se corrige y se incorporan los legisladores, esta vez por votación popular. El Parlamento crecerá de 626 a 732 diputados. Alemania mantiene sus 99 mandatos, mientras que el resto de los países (salvo Luxemburgo con 6 diputados) ceden algunos a favor de los nuevos miembros.
En el Consejo de Ministros, en el que están representados los gobiernos de todos los países de la UE, habrá una encarnizada lucha para lograr acuerdos. Los 15 Estados actuales tienen ahora 87 votos, por lo que la mayoría necesaria para aprobar medidas es de 62.
Con la ampliación los diez nuevos integrantes recibirán 37 votos, por lo que para tomar una decisión serán necesarios 88 votos.
El Tratado de Niza entrará en vigor en el Consejo a partir del 1 de noviembre. Entonces habrá para los 25 países un total de 321 votos. Las decisiones se tomarán, en primer término, con una mayoría de naciones (es decir al menos 13) pero que además sumen al menos 232 votos y, en tercer lugar y si así se solicita, que representen al 62 por ciento de los habitantes de la UE.
Este sistema seguirá vigente hasta que se apruebe la Constitución, que establecerá la forma definitiva y que todo indica que modificará lo acordado en Niza. España y Polonia defendían hasta ahora el reparto de Niza debido a que les da un mayor peso en la UE, mientras que otras naciones como Francia y Alemania desean modificarlo. Sin embargo, España ya ha indicado que está dispuesta a replantear su postura.