LA HABANA.- El Presidente cubano, Fidel Castro defendió enérgicamente la permanencia de su revolución socialista, despreciando los planes de Washington para acelerar una transición democrática en la isla.
Bajo un sol abrasador Castro presidió en la Plaza de la Revolución de La Habana el acto principal por el Dia del Trabajador, al que, según los organizadores, asistieron más de un millón de personas, muchas con camisetas rojas y ondeando banderas cubanas.
"Los cubanos continuaremos librando nuestra lucha más decidida frente a los que se dan hasta el lujo de preconizar tránsitos políticos basados en la desaparición física de algunos de nosotros", dijo Castro, en el poder desde 1959.
El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que ha recrudecido la tradicional hostilidad de Washington hacia el gobierno de Castro, iba a recibir hoy un informe con recomendaciones para acelerar una transición en la isla caribeña, elaborado por la Comisión de Ayuda para una Cuba Libre creada el año pasado.
Castro dijo que esas medidas, que podrían incluir, según algunos medios de prensa, una reducción de las exportaciones que los cubanos-norteamericanos envían a sus familias en la isla, pretenden "afectar la economía y desestabilizar el país".
"A los que persisten en destruir la Revolución, en nombre de la inmensa multitud que se reúne aquí este Primero de Mayo, les digo sencillamente (...) ’Viva el socialismo, Patria o muerte, Venceremos", proclamó Castro, quien ha reiterado en varias ocasiones que gobernará hasta su muerte.
En un discurso de casi dos horas bajo el sol, Castro reiteró también que Estados Unidos debería poner fin al "genocidio" y sacar sus tropas de Irak, de cuya ocupación fue un duro crítico.
"Dudo mucho que pueda haber otra solución que la retirada de tropas norteamericanas de ese país, adonde nunca debió enviarlas, y devolverle al pueblo de Irak su plena independencia", señaló, vestido con su tradicional uniforme verde olivo.
Tras elogiar la "acción loable" del nuevo gobierno español del socialista José Luis Rodríguez Zapatero de retirar a las tropas españolas enviadas a Irak por el anterior gobierno de José María Aznar, Castro pidió al nuevo Ejecutivo de Madrid que apoye el regreso de las tropas enviadas por Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Salvador.
En un nuevo ejemplo de la capacidad de movilización del gobernante Partido Comunista, cientos de miles de personas acudieron a la Plaza de la Revolución, muchas en transporte estatal, antes del amanecer convocadas por sus centros de trabajo o de estudio.
En las principales ciudades de la isla se realizaron también movilizaciones por el Primero de Mayo, una de las citas más importantes del calendario cubano. El gobierno presenta estos masivos actos como una muestra del apoyo popular al sistema unipartidista socialista vigente.
