
Juan Pablo II felicitó a nuevos integrantes de la UE
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa felicitó hoy a las nuevas naciones que se han incorporado a la UE y aseguró que sólo una Europa que no aparte, sino que redescubre sus raíces cristianas podrá afrontar los grandes desafíos del tercer milenio: la paz, el diálogo entre culturas y religiones y la salvaguardia del universo.
Juan Pablo II afirmó también que la unidad de los pueblos europeos si quiere ser duradera no puede ser sólo económica y política.
El Pontífice hizo estas manifestaciones ante unas 20.000 personas que asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano al Regina Coeli, rezo que sustituye al Angelus en tiempo de Pascua.
Con la voz cansada y débil, debido al esfuerzo realizado durante la ceremonia de ordenación de 26 nuevos sacerdotes que celebró antes del Regina Coeli en la basílica de San Pedro, el Papa dijo que Europa vive estos días otra importante etapa de su historia con la incorporación de diez nuevos países en la UE.
"Diez naciones -dijo- que por cultura y tradición eran y se sienten europeas y que desde ahora forman parte de esta unión de estados".
El anciano Pontífice recordó que la Iglesia ha querido ofrecer en estos años numerosas contribuciones a la consolidación de la unidad cultural y espiritual de Europa y que con ese objetivo convocó dos Sínodos especiales de obispos para el viejo continente.
"La linfa vital del Evangelio puede garantizar a Europa un desarrollo coherente con su identidad en la libertad, la solidaridad, la justicia y la paz. Sólo una Europa que no aparte, sino que redescubra sus raíces cristianas podrá estar a la altura de los grandes desafíos del tercer milenio: la paz, el diálogo entre las culturas y las religiones y la salvaguardia del universo", afirmó.
El Obispo de Roma también manifestó que la unidad de los pueblos europeos si quiere ser duradera no puede ser sólo económica y política.
Papa Wojtyla agregó que, como ya dijo durante su viaje a Santiago de Compostela en 1982, en su primera visita a España, el alma de Europa sigue estando unida porque tiene como puntos de referencia los comunes valores humanos y cristianos.
"La historia de la formación de las naciones europeas camina junto con la evangelización. Por ello y a pesar de la crisis espiritual que ha marcado la vida del continente hasta nuestros días, su identidad sería incomprensible sin el Cristianismo", subrayó el Pontífice, que desde tiempo se bate para que la nueva constitución europea reconozca las raíces cristianas del Viejo Continente.
Juan Pablo II abogó para que todos los cristianos del Oriente y del Occidente europeo trabajen en "abierta y sincera cooperación ecuménica" en la construcción de la Europa del tercer milenio.
Hablando en polaco, el Papa subrayó que la ampliación de la UE, que desde ayer la forman 25 países, comenzó en realidad a finales de la década de los 80, cuando comenzaron los cambios en Polonia, que acabarían una década más tarde con la caída del muro de Berlín.
Tras saludar con afecto a las diez nuevas naciones que desde ayer forman parte de la UE, el Papa dirigió su pensamiento hacia los santuarios europeos y confió a la Virgen María y a los santos y santas patrones de Europa "el presente y el futuro" del Continente.
Juan Pablo II, que durante todo el Regina Coeli mostró gran cansancio y en algunos momentos se le notó con dificultad para respirar, recordó a los presentes que hoy se celebra la Jornada Mundial para las Vocaciones e invitó a todos los fieles a rezar para que no falten sacerdotes y religiosos y religiosas dedicados a la vida consagrada en la Iglesia.