BUENOS AIRES.- Una audiencia pública para debatir la decisión del gobierno argentino de encarecer el gas mayorista continuaba suspendida este jueves y el ente regulador que convocó el encuentro no informaba cuándo se reanudará tras los incidentes ocurridos durante la jornada.
Decenas de consumidores insultaron en horas del mediodía del jueves al titular del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) en rechazo a lo que creen llevará a un aumento general de las tarifas para el consumidor.
Los consumidores afirman que no tiene sentido llamar a una audiencia pública para escuchar su opinión después de que el el gobierno ya publicó los decretos que deciden que se incrementará el precio del gas a boca de pozo y el gas natural comprimido utilizado en vehículos.
"Es lo mismo que me inviten a ver un partido y ya tienen el resultado, esto es es una payasada", dijo a la televisión un consumidor que estaba bloqueando junto a otros la continuación de la audiencia.
Miembros de asociaciones de consumidores rociaron con agua a las autoridades del Enargas durante la audiencia, lo que los llevó a las autoridades a suspender el proceso hasta las 1700GMT, pero los incidentes continuaron durante la tarde lo que impidió su reanudación.
El episodio muestra cómo se caldean los ánimos en torno a la crisis energética que sufre el país, y que el gobierno busca aliviar con una serie de medidas que van desde la importación de gas de Bolivia hasta la posibilidad de suspender partidos de fútbol en estadios por la noche para ahorrar electricidad.
Los decretos ya firmados por el gobierno autorizan al gobierno a elevar el precio de gas a boca de pozo de 50 centavos de dólar a 1,0 dólar por millón de BTU, tal como reclamaban las empresas como Repsol YPF y otras productoras.
Ese valor fue congelado en enero del 2002 en medio de la caótica crisis económica que sufría el país.
Pero para los consumidores, si bien los decretos no modifican los precios que pagan los consumidores residenciales, el aumento del gas mayorista redoblará la presión de las distribuidoras para elevar las tarifas a hogares y comercios, que también están congeladas.
El gobierno puso en marcha la semana pasada un sistema de premios y castigos para incentivar el ahorro de energía en los hogares y comercios.
Pero la negativa del gobierno a centralizar y dar información ordenada acerca de la crisis hace temer a empresarios y consumidores en general que la situación es más complicada de lo que esperaban las autoridades.
Argentina ya debió recortar las exportaciones a Uruguay y a Chile para garantizar el suministro en el país, lo que produjo agrios reclamos diplomáticos.
Además se recortó el servicio de gas para una treintena de grandes empresas, lo que provocó el enojo de dirigentes industriales en todo el país.
La semana próxima el gobierno anunciará el Plan de Uso Racional de la Energía (PURE), que según fuentes del sector buscará mostrar al gobierno en control de la situación pero que no será más que un compendio de las medidas que se fueron tomando en las últimas semanas.
