RIO DE JANEIRO.- Unidades del Ejército brasileño especialmente entrenadas para reforzar la seguridad en favelas y áreas consideradas peligrosas en Río de Janeiro esperan la orden para salir a las calles, informó hoy la institución.
El uso de los militares para apoyar la labor de las policías Civil y Militar de Río de Janeiro, capital del estado del mismo nombre, comenzó a ser discutido el mes pasado, cuando un enfrentamiento entre bandas rivales de narcotraficantes en la favela Rocinha dejó una docena de muertos.
La presencia de 4.000 soldados en las calles fue solicitada al gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva por la gobernadora de Río de Janeiro, Rosinha Mateus.
El comandante del Ejército, EL general Francisco Roberto de Albuquerque, informó el domingo pasado de que unos 1.500 soldados fueron especialmente entrenados para acciones urbanas.
Según el Ejército, las tropas serán emplazadas en áreas consideradas peligrosas, pero no deberán entrar en choque directo con los delincuentes.
Las tropas se desplazarán en vehículos blindados, de acuerdo con las informaciones de inteligencia, añadieron fuentes militares citadas por un informativo de la Rede Globo de televisión.
El uso de tropas en labores de vigilancia no es nuevo en Río de Janeiro.
En febrero de 2003, en pleno carnaval, tropas del Ejército ocuparon las calles de la ciudad para evitar que los narcotraficantes cumplieran sus amenazas de lanzar una ofensiva en medio de las fiestas y cuando miles de turistas extranjeros visitaban Brasil.
En 1994, soldados, apoyados por tanques y helicópteros artillados, ocuparon varias chabolas con la vana pretensión de arrestar "capos" del tráfico de drogas.
Los militares también fueron utilizados para reforzar la seguridad cuando la llamada "Cidade Maravilhosa" fue sede, en 1992, de la llamada Cumbre de la Tierra, en la que participaron cerca de un centenar de jefes de Estado de todo el mundo.
