WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, prometió hoy que los soldados involucrados en las torturas a detenidos iraquíes serán "identificados y responderán por sus acciones", pero al mismo tiempo advirtió que su país permanecerá en Irak después del 1 de julio para evitar que Irak "caiga en manos de asesinos".
En su habitual discurso radial sabatino, Bush reconoció que "en estos días Estados Unidos y el mundo supieron de la conmocionante conducta" en las prisiones iraquíes de "un pequeño número" de militares norteamericanos.
"Esas prácticas no reflejan nuestros valores, son una mancha en el honor y la reputación de nuestro país", dijo.
Bush aseguró que, con la investigación en marcha, "conoceremos todos los hechos y determinaremos la total extensión de los abusos", y además, "aquellos involucrados serán identificados y responderán por sus acciones".
A pesar de este escándalo, y del recrudecimiento de la resistencia contra la ocupación, Bush dejó abierta la interrogante sobre la forma que tendrá la presencia estadounidense en Irak después del 30 de junio, cuando los iraquíes recuperen la soberanía de su país.
Ese día, afirmó Bush, "un gobierno iraquí interino asumirá la autoridad y los iraquíes se harán cargo de las funciones del estado, desde los servicios básicos a la aplicación de las leyes y la diplomacia".
La coalición liderada por Washington que actualmente está ocupando Irak "dejará de existir - agregó- y las relaciones con el nuevo gobierno iraquí serán conducidas a través de nuestra nueva embajada" en Bagdad.
De todas maneras, advirtió el Mandatario norteamericano, "nuestra misión en Irak seguirá el 1 de julio y más allá", porque "nosotros no tenemos intenciones de dejar a esta nación a merced de bandidos y asesinos".
"Estamos determinados a ayudar a construir un Irak libre y estable, un país en paz con sus vecinos y el mundo", completó.