CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa hizo hoy un llamamiento a las autoridades de la comunidad internacional para que se esfuercen en conceder una educación básica a los menores y evitar así su explotación laboral.
Tras dirigir el rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro, Juan Pablo II aludió a las actividades que numerosas escuelas católicas italianas llevan a cabo hoy y las invitó a que prosigan "en el valioso servicio de formación de las nuevas generaciones".
"Por desgracia, muchos niños en el mundo están privados de la educación primaria y terminan por ser explotados como mano de obra", lamentó el Pontífice, quien recordó que en los próximos días se celebrará en Florencia (centro-norte de Italia) un congreso internacional sobre el trabajo de los menores.
Expresó su deseo de que ese congreso contribuya a promover los derechos de la infancia y aprovechó para felicitar hoy a las madres de Italia y de aquellos países que celebran el segundo domingo de mayo su particular jornada.
Por eso se refirió la Virgen María, madre de Cristo, y dijo que "generaciones de creyentes la invocan y acuden con amor y esperanza a ella, que está cercana al ser humano y a lo que le sucede".
Si las personas se percataran de ese "regalo extraordinario" de la Virgen "se sentirían hermanos más fácilmente, renunciado al odio y la violencia para abrir el corazón al perdón por las ofensas recibidas y al respeto a la dignidad de todos".
