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Liga Árabe descarta la posibilidad de enviar tropas a Irak

"Es un asunto que ni siquiera se discute. Nadie ha pedido que se envíen tropas a Irak", subrayó el secretario general de la organización panárabe, Amro Musa, en un receso de la conflictiva y secreta reunión que el Consejo celebra desde el sábado.

10 de Mayo de 2004 | 08:35 | EFE
EL CAIRO.- El Consejo Ministerial de la Liga Arabe ha descartado la posibilidad de enviar a Irak una fuerza armada que contribuya a la pacificación de este país, uno de sus miembros fundadores.

"Es un asunto que ni siquiera se discute. Nadie ha pedido que se envíen tropas a Irak", subrayó el secretario general de la organización panárabe, Amro Musa, en un receso de la conflictiva y secreta reunión que el Consejo celebra desde el pasado sábado y que está previsto finalice en las próximas horas.

Con su firmeza, Musa pretendía contrarrestar los crecientes rumores en el mundo árabe de que EE.UU. presiona con fuerza a la Liga para que se integre en Irak una vez traspasado el poder, el próximo 30 de junio.

Semanas atrás, el propio diplomático egipcio había establecido tres condiciones para aceptar la posibilidad de que los 22 países de la organización que preside desplieguen soldados en el territorio iraquí.

Los requisitos eran la formación de Gobierno iraquí soberano, que la fuerza quedara bajo mandato de la ONU y que el destacamento de las tropas fuera solicitado por el Ejecutivo de Bagdad.

Poco más ha transcendido de una reunión que se mantiene alejada de la prensa y que según fuentes diplomáticas de la Liga está siendo "polémica y muy acalorada".

Las mismas fuentes indicaron a EFE que los debates más exaltados han enfrentado a los ministros de Exteriores iraquí, Hushiar Zibari, y sirio, Faruk Chara, quien se opone a cualquier tipo de resolución que pueda legitimar la ocupación estadounidenses de Irak.

Siria tampoco acepta documentos que legitimen la Ley de Administración del Estado o Constitución temporal aprobada por el Consejo de Gobierno iraquí y fomentada por las autoridades civiles de ocupación.

Las dificultades para lograr una posición unificada de los árabes en el tema de Irak ha empujado a los miembros de la Liga a establecer un comité tripartito cuya misión será elaborar un documento que todos puedan aprobar durante la celebración de la próxima cumbre anual.

La "troika" la forman Bahrein, Argelia y Túnez, país anfitrión de la Cumbre, que tendrán que trabajar contrarreloj, ya que está previsto que los jefes de Estado se reúnan a finales de mes en el país magrebí.

"El comité tripartito tendrá en cuenta el informe del enviado especial de Naciones Unidas a Irak, Lahdar Brahimi", indicó a EFE un funcionario de la organización panárabe.

La misión de Brahimi ha despertado una aguda controversia en el seno del Consejo de Gobierno provisional iraquí -que en la reunión de El Cairo representa Zibari- ya que algunos miembros creen que no conoce la idiosincrasia del pueblo iraquí y ello resta legitimidad a su trabajo.

Mayor consenso ha despertado el segundo tema candente de la reunión ministerial, relacionado con el conflicto entre palestinos e israelíes.

Los 22 miembros de la Liga parecen haber acordado rescatar el plan de paz que acordaron durante la cumbre de Beirut, en 2002, y que había quedado relegado por el denominado "Hoja de Ruta", propuesto por EE.UU., la Unión Europea, Rusia y la ONU.

El plan, auspiciado por Arabia Saudí, propone el reconocimiento total de los países árabes del estado de Israel a cambio de que el Ejército israelí se retire de todos los territorios que ocupó tras la guerra de los Seis Días, en 1967.

Fuentes diplomáticas de la Liga indicaron que el rescate de la propuesta de Beirut es el contrapeso con el que los árabes preven contestar a la decisión del Presidente de EE.UU., George W. Bush, de garantizar los planes del primer ministro israelí, Ariel Sharon.

El dirigente ultraderechista israelí diseñó un plan, rechazado después en referéndum por su propio partido, en el que retiraba de forma unilateral las tropas de Gaza a cambio de anexionarse colonias en Cisjordania.

Además, pretende que los refugiados palestinos pierdan su derecho al retorno.
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