MOSCÚ.- Miles de personas asistieron hoy al entierro del presidente checheno Ajmat Kadirov, asesinado el domingo en un atentado con bomba en Grozni. El sepelio tuvo lugar en Zentoroi, el lugar de residencia de Kadirov, en el sureste de Chechenia.
Junto con Kadirov, de 52 años, murieron otras cinco personas, según cifras oficiales, mientras que otras 57 personas resultaron heridas. Diversos medios de comunicación habían hablado de hasta 40 muertos poco después de producirse el atentado.
La Justicia rusa sospecha que el presidente fue víctima de traición. Según el vicefiscal general, Serguei Fridinski, la investigación se centra en aquellas personas que estaban encargadas de la seguridad en el estadio de Grozni donde explotó la bomba, bajo el palco de honor durante la celebración del aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi, el 9 de mayo de 1945.
Citado por la agencia Ria-Novosti, Fridinksi dijo que era poco probable que una persona ajena a la ceremonia oficial pudiera haber colocado la bomba en el estadio.
La seguridad de Karimov en Chechenia estaba a cargo de miles de miembros de una guardia personal comandada por el hijo del presidente, Ramzan. En los meses pasados, a este cuerpo también habían sido incorporados ex rebeldes separatistas.
Kadirov había sido impuesto por Rusia el año pasado con la misión de pacificar la república caucásica, escenario desde hace diez años de una cruenta guerra entre el Ejército ruso y rebeldes separatistas islámicos. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, juró el mismo domingo venganza por el asesinato del mandatario checheno.
