LISBOA.- Una portuguesa de 33 años de edad confesó haber matado a su marido con la ayuda de su amante y luego haber escondido el cadáver en un congelador donde permaneció durante tres años, informó hoy la agencia local de noticias LUSA.
El cadáver fue descubierto el domingo pasado por el hermano de la víctima en Jolda Sao Paio, un poblado ubicado a casi 400 kilómetros al norte de Lisboa.
El cadáver estaba en un freezer cubierto por mantas, basura y ropa de niños.
La mujer admitió que asesinó a su marido, un obrero de 35 años, en junio de 2001.
Junto a sus tres hijos, vivió luego por espacio de seis meses con el cadáver en el congelador.
A comienzo de 2002, la familia se mudó y la energía eléctrica fue cortada, pero el cadáver permaneció allí y se pudrió.
La mujer y su presunto cómplice fueron arrestados el mismo domingo.
