SANTA CRUZ DE TENERIFE.- Una serie de sismos registrados desde el pasado 22 de abril en la isla de Tenerife, en el archipiélago español de Canarias, despertó el temor de que estos movimientos telúricos sean el anticipo de una erupción volcánica, por lo que las autoridades locales hicieron hoy un llamado a la calma.
Según el Instituto Geográfico Nacional, tan sólo el martes se registraron en Tenerife cinco temblores, todos en la zona de Icod de los Vinos, en el noroeste de la isla, aunque sólo uno de ellos fue sentido por la población, sin que se produjeran daños personales ni materiales.
Este sismo, de 2,7 grados en la escala de Richter, fue el primero en superar los dos grados de la serie de movimientos telúricos que se suceden desde el 22 de abril en la misma zona y que han causado inquietud por la posibilidad, apuntada por vulcanólogos, de que puedan ser el antecedente de una erupción volcánica.
No obstante, los expertos señalan que esta erupción probablemente sería tranquila y sin riesgo para la población.
Al igual que las otras seis islas del archipiélago, localizado frente a las costas de Africa Occidental, Tenerife es de origen volcánico.
El delegado del gobierno central en Canarias, José Segura, consideró hoy normal que haya cierto nerviosismo, pero añadió que es preciso tener ’’sensatez y tranquilidad’’.
’’Debemos ser conscientes de que estamos en una región de origen volcánico y los movimientos forman parte de la naturaleza’’, dijo a medios locales. ’’Los sismos indican que algo está pasando, pero nadie está en condiciones de decir exactamente qué es ese algo’’, agregó.
Segura enfatizó que desde que hace veinte días se empezaron a detectar movimientos sísmicos en la zona noroeste de Tenerife ha reunido en dos ocasiones al comité científico de evaluación y seguimiento de fenómenos volcánicos, con representantes del Instituto Geográfico Nacional, la Dirección General de Emergencias del gobierno de Canarias y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
En esos encuentros se analiza lo que está ocurriendo y se ha decidido acelerar los estudios precisos para contar antes del verano con un mapa de peligrosidad que permitirá a las autoridades tomar las medidas adecuadas ante cualquier fenómeno.
