NUEVA DELHI.- Sonia Gandhi, la líder del Partido del Congreso, ha iniciado ya los contactos, en especial con los partidos de la izquierda, para formar un nuevo Gobierno "fuerte, estable y laico", como anunció tras su inesperada victoria en las elecciones indias.
Gandhi se reunió esta mañana con Sharad Pawar, presidente del Partido del Congreso Nacional (PCN) y otros potenciales aliados, para tratar de su inclusión dentro de una coalición encabezada por su grupo.
Pawar declaró después que aunque el Comité Ejecutivo del PCN debe decidir aún si entra en el nuevo Gobierno, el partido ya ha acordado apoyar al partido de Gandhi en el establecimiento de una coalición parlamentaria estable.
Tras su encuentro, Pawar se reunió con Harkishen Singh Surjeet, líder del Partido Comunista de la India-Marxista (PCI-M), el tercero en importancia del país, y Mulayan Singh Yadav, del Samajwadi Party (PS), grupo con un fuerte apoyo musulmán en Uttar Pradesh, y los tres estuvieron de acuerdo en apoyar al Partido del Congreso.
A ellos se unirá el Partido Comunista de la India (CPI) y entre los cinco grupos y otras formaciones regionales que también la apoyan, reúnen ya una cifra superior a los 273 de la mayoría absoluta necesaria en la Cámara Baja del Parlamento, de 545 escaños.
Los partidos izquierdistas, hasta ahora, se han mostrado de acuerdo en que debe ser el Partido del Congreso el que dirija la coalición y designe al primer ministro.
La ejecutiva del Partido del Congreso tiene previsto anunciar mañana su candidato a primer ministro, que previsiblemente será Sonia Gandhi, pese a las reticencias que suscita en buena parte del país el hecho de que sea de origen extranjero.
Si Sonia Gandhi consigue ser designada primera ministra, se convertirá en la cuarta persona de la dinastía Nehru-Gandhi que ocupa la jefatura del Gobierno de la mayor democracia del mundo, después de Jawarharlal Nehru, Indira Gandhi y su propio esposo, Rajiv Gandhi.
Pese a los ataques e insultos de sus oponentes, que no dejan de considerarla una "extranjera", por su origen italiano, Sonia ha demostrado que ella, y el apellido Gandhi del que es heredera, siguen siendo capaces de movilizar a las masas de pobres de la India.
Apoyada por esa enorme masa, ha conseguido desbancar a una alianza nacionalista que se creía firmemente afianzada en el poder por sus éxitos económicos.
El fuerte crecimiento de los últimos años propiciado por la política liberalizadora y de privatizaciones de la gobernante Alianza Nacional Democrática (ADN), no ha servido, sin embargo, para sacar de la miseria a la mayoría de la población del país.
De los alrededor de 1.050 millones de habitantes, el 70 por ciento viven en zonas rurales en condiciones muy duras y los datos más optimistas señalan que sólo hay unos 250 millones de personas de clase media y alta.
La viuda de Rajiv Gandhi se apoya ahora en su hijo, Rahul, que es el primero de la cuarta generación de la mítica familia que ha entrado en la política con el Partido del Congreso, la formación que lideró al país hacia la independencia del Reino Unido, lograda en 1947, y que ha gobernado la India durante 40 de estos 57 años.
La alianza del Congreso con los izquierdistas, poco proclives a proseguir la política de privatización del sector público del anterior Gobierno nacionalista, ha llevado hoy el pánico a la Bolsa de Bombay, cuyo principal índice, el Sensex, ha caído 330 puntos y ha acabado la sesión en 5.069,87.
Desde que el pasado 27 de abril se empezaron a publicar los primeros sondeos que apuntaban a una posible perdida del poder de la NDA, el índice Sensex ha sufrido varias caídas y ha bajado desde los 5.925,58 puntos de entonces hasta los 5.069,87 de hoy, una pérdida de casi un 15 por ciento.
