LIMA.- El ex presidente de Perú Alberto Fujimori (1990-2000) negó hoy tener vínculos con la mafia japonesa Yakusa, como publicó un diario limeño que citó informaciones de una empresa de detectives norteamericana.
Fujimori dijo, en una nota de prensa, que "ésta es una tremenda mentira" y que la Fundación Nipón "es una respetada fundación internacional, reconocida por su lucha contra la pobreza en todo el mundo y visitada incluso por conocidos lideres mundiales".
El diario Correo de Lima publicó hoy que Fujimori vive en Tokio "financiado y protegido" por la mafia y basó su aserto en una investigación realizada por la empresa estadounidense de detectives Kroll, que le fue proporcionada por "fuentes confiables" de la Fiscalía peruana.
El diario agregó que el contacto con la Yakusa tuvo lugar en los comienzos del primer gobierno de Fujimori (1990-1995) por medio de la familia Sasakawa, forjada décadas atrás por Ryoichi Sasakawa, fallecido en 1995 y creador de la Fundación Nipón, que fue la principal donante al gobierno de Fujimori, según Correo.
Fujimori consideró "totalmente descabellado lo que se dice sobre esta fundación y sobre el honorable señor Sasakawa padre, quien fue prisionero de guerra después de la Segunda Guerra Mundial y tras su rehabilitación se reincorporó al sector privado como hombre de negocios y de bien".
El diario da, además, como pistas de los supuestos vínculos que Fujimori se alojó en la casa de la escritora y directora de la Fundación Nippon, Ayako Sono, tras renunciar vía fax a la presidencia peruana en noviembre de 2000.
Al respecto, el ex presidente dijo que Yohei Sasakawa y la escritora Ayako Sono son respetadas personalidades japonesas y no tienen nada que ver con la Yakusa.
Fujimori precisó, además, que no tiene ningún apartamento alquilado porque se encuentra alojado en la casa de su novia, Satomi Kataoka, propietaria de un hotel y de un club de golf.
El gobierno de Perú entregó el jueves a Japón una nota formal en la que remarca la necesidad de una urgente respuesta a la petición de extradición de Fujimori, presentada en julio de 2003.
Perú ha solicitado la extradición de Fujimori por la comisión de delitos de lesa humanidad al haber tenido conocimiento y ordenado supuestamente una serie de asesinatos cometidos por el grupo militar encubierto Colina.
Fujimori, que se ampara en la nacionalidad japonesa, afirma que las autoridades peruanas no tienen ninguna prueba de los delitos que le imputan y que es víctima de una persecución política
