TEHERÁN.- Estudiantes iraníes se enfrentaron con policías antimotines que les impidieron atacar la embajada británica en Irán, mientras que el líder supremo del país acusó a Estados Unidos de actuar de una manera "descarada" y dañar una importante mezquita chiíta en Irak.
En un día de creciente frustración con la ocupación estadounidense y británica en Irak, más de 500 estudiantes protestaron frente a la embajada de Gran Bretaña.
Los manifestantes, en su mayoría estudiantes de una universidad teológica, quemaron banderas de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel, demandaron la expulsión del embajador británico en Teherán.
La embajada fue apedreada por por los manifestantes. El ministerio de Exteriores del Reino Unido confirmó que lanzaron "una o dos piedras", pero nadie resultó herido, y la embajada no tiene previsto modificar su rutina laboral.
"Queremos que los países musulmanes corten sus relaciones con Estados Unidos y los países que ayudaron a ocupar Irak", expresó el estudiante Ali Reza Zahedi.
Antes de dispersarse de manera pacífica los estudiantes también pidieron al gobierno iraquí que corte sus lazos con Gran Bretaña.
Daños en mezquita
El viernes, la cúpula dorada de uno de los sepulcros más sagrados para los chiítas, la mezquita Imán Ali, resultó dañada en medio de los enfrentamientos de la tropa estadounidense y milicianos del ejército del clérigo radical Muqtada al-Sadr en la ciudad iraquí de Nayaf.
Los insurgentes responsabilizaron los soldados estadounidenses por los cuatro agujeros de la cúpula, mientras que los militares norteamericanos culparon a los milicianos.
"Los musulmanes no pueden tolerar la incursión descarada de las fuerzas estadounidenses en lugares sagrados", expresó el Ayatola Ali Jamenei.
"Definitivamente, los musulmanes y los chiítas de Irak y otras partes del mundo no permanecerán en silencio con respecto a esta falta de respeto, dijo.