NUEVA DELHI.- Venkaiah Naidu, presidente del Bharatiya Janata Party (BJP), grupo integrista hindú que ha liderado el Gobierno indio los últimos seis años, anunció hoy que su grupo "luchará dentro y fuera del Parlamento" contra la candidata a primera ministra, Sonia Gandhi, por su origen extranjero.
En rueda de prensa, el dirigente del BJP, que perdió los comicios celebrados entre los pasados 20 de abril y 10 de mayor en la India frente al Partido del Congreso (CP) y sus aliados laicos, dijo que, "para expresar los sentimientos del pueblo", los diputados de su grupo no acudirán a la ceremonia de investidura de Sonia Gandhi como jefa del Gobierno indio, que se espera que se produzca esta semana.
En opinión de Naidu, "la gente de este país esta terriblemente dolorida, angustiada y herida por la decisión del Congreso y sus aliados de elegir a Sonia Gandhi como su líder", ya que el BJP y sus socios nacionalistas hindúes consideran que las personas de origen extranjero no deben ocupar altos cargos en el estado indio.
Desde que ocupó en 1998 la presidencia del Partido del Congreso, el histórico grupo que llevó a la India a la independencia del Reino Unido en 1947 y que ha gobernado el país durante 40 años desde entonces, Sonia Gandhi ha sido uno de los principales objetivos de los ataques del BJP y sus aliados, que no han dejado de considerarla "extranjera" por haber nacido en Italia.
Sólo el primer ministro en funciones, Atal Behari Vajpayee, principal líder de la Alianza Nacional Democrática (NDA) que encabeza el BJP, acudirá "para seguir la tradición" a la ceremonia de juramento y toma de posesión de Sonia Gandhi, según dijo Naidu.
Tras reunirse con Vajpayee, el viceprimer ministro dimisionario, Lal Krishna Advani, y el coordinador de la NDA y ministro de Defensa en funciones, George Fernandes, Naidu eludió comentar de si el BJP y sus aliados preparan una "amplia campaña nacional de agitación" contra Sonia Gandhi por su origen extranjero, como han anunciado diversos medios de comunicación indios.
En 1992, el BJP fue uno de los principales grupos convocantes de la concentración de integristas hindúes en la ciudad de Ayodhya, en el estado norteño indio de Uttar Pradesh, que acabó con la destrucción por miles de fanáticos hinduistas de la mezquita de Babri de esa ciudad, un monumento islámico del siglo XVI.
Tras aquellos hechos, se produjeron disturbios religiosos en todo el país, especialmente en Uttar Pradesh, en los que fueron asesinadas unas 2.000 personas, la mayoría de ellas musulmanes.
En el estado occidental de Gujarat, en el año 2002, se produjeron disturbios religiosos en los que fueron asesinadas otras 2.000 personas, también en su gran mayoría musulmanas, tras el incendio de un tren, atribuido a integristas islámicos, en el que murieron calcinados medio centenar de peregrinos hindúes.
Organizaciones de defensa de los derechos humanos indias e internacionales han responsabilizado al Gobierno regional de Guajarat y a la Policía de ese estado, gobernado por el BJP, de las matanzas de hace dos años y acusado al jefe del ejecutivo regional, Narendra Modi, de "crímenes contra la humanidad".
Los dirigentes del BJP nunca han condenado las matanzas de Gujarat y ninguno de los responsables ha sido condenado por los tribunales, debido a la ausencia de pruebas, "por la falta de cooperación" de la Policía y el Gobierno local de Modi, según se recoge en una sentencia judicial.
Comunidades cristianas de Gujarat y otros estados gobernados por el BJP, como es el caso de Madhya Pradesh, en el centro del país, también han acusado a los militantes de este grupo integrista de "persecución" y de varios asesinatos "por motivos religiosos".
