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Schroeder inicia acciones legales tras recibir bofetada

Un hombre de 52 años, miembro del Partido Socialdemócrata, le pegó una cachetada al Jefe de Gobierno alemán mientras éste firmaba autógrafos en Mannheim.

19 de Mayo de 2004 | 10:59 | DPA
BERLÍN.- El Canciller alemán, Gerhard Schroeder, presentó hoy una denuncia contra el maestro desempleado que el martes le pegó una bofetada durante un mitin electoral, informaron fuentes oficiales en Berlín.

Por motivos que todavía se desconocen, el hombre de 52 años, miembro del Partido Socialdemócrata (SPD) de Schroeder, le pegó un bofetón al Jefe de Gobierno mientras éste firmaba autógrafos durante la convocatoria en Mannheim previa a las elecciones europeas del 13 de junio.

El desempleado fue detenido durante unas horas y puesto más tarde en libertad. Sin embargo, según la policía, durante el interrogatorio se negó a explicar los motivos de la agresión y se limitó a aportar sus datos personales.

Tras la denuncia presentada por la Cancillería federal, la fiscalía de Mannheim abrió sumario contra el atacante, por sospecha de agresión física y ofensa, según la instancia judicial. De ser encontrado culpable, el hombre podría ser condenado a hasta un año de cárcel.

Además de la Cancillería, también anunciaron acciones legales la agrupación regional del SPD en Baden-Wuerttemberg y el alcalde de Mannheim, Gerhard Widder. Por otra parte, como consecuencia inmediata de la agresión, el partido decidió expulsar al agresor, que había ingresado a la agrupación el pasado febrero.

El último año, la popularidad de Schroeder entre las propias filas socialdemócratas ha caído considerablemente debido a la política de recorte social practicada por su gobierno. De hecho, debido a ello, el político abandonó en marzo la presidencia del partido, que transfirió a Franz Muentefering.

El antecesor de Schroeder en la jefatura de gobierno, Helmut Kohl, había sido atacado en 1991 en Halle por varias personas que le lanzaron huevos, tomates y globos con pintura. El político democristiano, sin embargo, no reaccionó con la misma tranquilidad que Schroeder y fue a hacer frente a los agresores.