MADRID.- Mientras la reina Sofía y sus hijas y nietos acudían hoy a la catedral de La Almudena para presenciar un nuevo ensayo de la boda del príncipe Felipe y Letizia Ortiz, también los antimonárquicos ultimaban los detalles de lo que serán las protestas contra un matrimonio que consideran "grotesco y zafio".
Los "antiboda" están agrupados en una multicolor plataforma que aglutina a izquierdistas, ecologistas, pacifistas, feministas o republicanos bajo la denominación "Movimiento Popular contra la Boda Real".
Su símbolo es una corona a la inversa con el lema "¡Abajo la monarquía!" y sus principales reivindicaciones son "menos bodas reales y más gastos sociales" y "no a la boda del capital y la guerra".
Para este colectivo, lo que debiera ser un enlace civil entre dos ciudadanos, se ha convertido en un "grotesco, zafio y carísimo espectáculo de exaltación de los valores más reaccionarios". En este contexto, no duda en hablar de un "apareamiento de parásitos".
En su opinión, el lujo de la ceremonia y el derroche de dinero público para pagarlo resultan insultantes al contrastarlos con la realidad de millones de ciudadanos que ven continuamente mermados sus derechos sociales y no pueden desarrollar plenamente sus expectativas vitales en una coyuntura de precariedad laboral, carestía y endeudamiento crecientes.
El movimiento además denuncia "la ostentación continua del estilo de vida degradado y derrochador de una minoría ociosa y enriquecida con la especulación y la explotación" del trabajo de todos, y sostiene que "la monarquía ha estado siempre asociada y lo sigue estando al dominio de una deleznable minoría reaccionaria".
A su juicio, el príncipe Felipe se casa "para perpetuar una dinastía ilegítima que reina en España por imposición del régimen franquista" (1939-1975).
En protesta contra el enlace, el "Movimiento Popular contra la Boda Real" ha organizado para este viernes un pasacalles popular en la céntrica Puerta del Sol, y para el sábado, coincidiendo con la boda, una manifestación en la Plaza Dos de Mayo, alejada del escenario del acontecimiento.
Además habrá una "gran comida republicana" en el barrio de Rivas Vaciamadrid, el mismo donde Letizia Ortiz vivió con su familia después de llegar a Madrid procedente de Oviedo.
Pero también en Internet se multiplican los foros críticos con la boda real.
Si bien buena parte de los mensajes se refieren a los monumentales atascos de tráfico que está causando el enlace o los costos del mismo, también abundan los republicanos que exigen el final de la monarquía o, en el extremo opuesto, los monárquicos más reaccionarios que condenan el hecho de que la prometida del príncipe sea una plebeya y esté divorciada.