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Cruz Roja recibe el cadáver de rehén italiano asesinado en Irak

Fabrizio Quattrocchi murió de un tiro en la nuca, según un vídeo grabado por sus ejecutores y enviado a una televisión árabe, en el que se recoge su última frase -"ahora os voy a enseñar como muere un italiano", que le ha valido la consideración de héroe en su país.

21 de Mayo de 2004 | 11:20 | EFE
ROMA.- La Cruz Roja recibió hoy en Bagdad un cadáver con la indicación de que se trata del de Fabrizio Quattrocchi, el rehén italiano asesinado el pasado 14 abril, según fuentes oficiales, que aún no han podido verificar la identidad.

De hecho, será necesario una examen del DNA para confirmar la identidad, como ha dispuesto la fiscalía de Roma que investiga de oficio ese asesinato y el secuestro de otros tres italianos, que están cautivos desde hace un mes y medio.

Quattrocchi murió de tiro en la nuca, según un vídeo grabado por sus ejecutores y enviado a una televisión árabe, en el que se recoge su última frase -"ahora os voy a enseñar como muere un italiano", que le ha valido la consideración de héroe en su país.

Los presuntos restos mortales del italiano, que se encontraba en Irak para trabajar como guardia privado de seguridad, fueron consignados al comisario extraordinario de la Cruz Roja en el país árabe, Maurizio Scelli, que procedió a tramitar su repatriación.

Scelli dijo que, si finalmente se certifica que el cadáver corresponde a Fabrizio Quattrocchi, se abrirán nuevas esperanzas en relación con la suerte otros tres secuestrados de esta misma nacionalidad.

Junto a Fabrizio Quattrocchi, ex panadero de 36 años, fueron secuestrados sus compatriotas Salvatore Stefio, Umberto Cupertino y Maurizio Agliana, de los que no se tiene noticias desde hace más de un mes.

Sus familiares se manifestaron en Roma a finales de abril para demandar su liberación, como pidieron en un ultimátum los captores, que luego modificaron sus exigencias, al reclamar la liberación de presos políticos iraquíes en poder de los kurdos.

Desde entonces, la autoridades italianas, que tras el asesinato de Quattrocchi pusieron en marcha un dispositivo diplomático para lograr su liberación, pidieron "silencio total" a la prensa.