LA HABANA.— El Consejo de Estado de Cuba, liderado por el Presidente Fidel Castro, restituyó hoy la ciudadanía a siete cubanos que en la década de los 60 intentaron derrocar violentamente la revolución por la vía armada con apoyo Estados Unidos.
Seis de ellos recibieron de manos del canciller isleño, Felipe Pérez Roque, sus pasaportes y el Decreto que acredita su nacionalidad. El otro también fue mencionado, pero no estuvo en la ceremonia.
Ellos junto a más de 400 emigrados y exiliados participaron hoy de la inauguración de una reunión con las autoridades cubanas en la cual se busca normalizar las relaciones.
Calificado de gesto "de paz y buena voluntad", la entrega de la ciudadanía se produce 43 años después del intento de estos hombres por invadir la isla por Playa Girón, donde fueron derrotados el 19 de abril de 1961.
Más de 1.000 cubanos desembarcados fueron hechos prisioneros y varios meses después canjeados a Estados Unidos -desde donde habían partido y que los apoyó financiera y logísticamente- por alimentos.
"No vacilamos en volver a llamar ciudadanos cubanos a aquellos que un día combatimos como adversarios, pero que más allá de las diferencias, defienden hoy la independencia de Cuba", dijo José Luis Toledo, de la Comisión de Asuntos constitucionales del Parlamento.
"No estamos entregando un premio o un galardón (...) es una decisión que reafirma nuestra voluntad de establecer relaciones normales con los cubanos residentes en el exterior", agregó.
La III Conferencia de la Nación y la Emigración sesionará hasta el domingo.
Durante la inauguración las autoridades acusaron a Estados Unidos, donde residen la mayoría de los cubanos que asisten, de tratar de usar el fenómeno migratorio con fines políticos.
"Hay que enterrar el odio", dijo ante periodistas Luis Norberto Tornes, uno de los beneficiarios del decreto del Consejo de Estado.
Para el exiliado, de 80 años de edad, Cuba tiene una positiva política que busca normalizar los nexos con sus naturales residentes en el exterior.
