CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II, que experimenta una leve mejoría en su estado de salud, retomará sus viajes este fin de semana con una breve visita a Suiza, algo que hace siete meses muchos no hubieran creído posible.
El Papa, quien cumplió 84 años el mes pasado, pasará algo menos de 36 horas en la capital de Suiza, Berna. Juan Pablo II llegará el sábado para presidir un congreso de la Confederación de la Juventud Católica.
La agenda del viaje del Papa a la tierra de los protestantes reformistas -en su primer viaje al exterior después de visitar Eslovaquia hace ocho meses- será extremadamente liviana. Sólo participará en tres eventos principales con amplios tiempos de descanso.
Para muchos, el sólo hecho de realizar el viaje es algo extraordinario.
Casi parece un desafío personal para un hombre que físicamente es una pálida sombra de lo que supo ser. Alguna vez, Juan Pablo II fue una persona robusta y atlética, pero ahora sufre del mal de Parkinson y ya no camina más en público.
Pero sus asistentes dicen que la determinación del Papa es incansable.
"Es consciente de que viajar es parte de su ministerio. Decidió al inicio de su papado que viajaría. Siente el llamado de ser un Papa peregrino", dijo el obispo Renato Boccardo, el principal organizador de los viajes del Papa.
En octubre, cuando se cumplió el 25 aniversario de su elección, la salud del Papa -y su cuerpo- era tan frágil que muchos predijeron que nunca más volvería a viajar.
Los colaboradores del Papa tenían que leer sus discursos y lo ayudaban a celebrar la misa. Se hundía en su silla y pronunciaba mal sus mensajes.
Ahora, el estado de salud del Papa ha mejorado algo y sus asistentes también están planeando para agosto un viaje corto a la Gruta de Lourdes en Francia.
El viaje del Papa a Suiza será el número 103 al exterior y su tercera visita al país desde su elección en 1978.
Suiza jugó un papel muy importante en la Reforma gracias a sus dos religiosos más famosos, Juan Calvino (1509-1564) y Ulrico Zwingli (1484-1531).