BUENOS AIRES.- Un juez argentino ordenó hoy la declaración testimonial del presidente Néstor Kirchner para que reporte a la justicia si tiene pruebas para presumir que existe un complot contra el gobierno.
La decisión del juez federal Juan José Galeano se produjo dos días después de que el mandatario asegurase que algunos grupos políticos y económicos "están al acecho" y realizan "operaciones" contra el Ejecutivo, aunque hoy lamentó que sus dichos se hubieren "judicializado" y afirmó que nunca habló de complot.
"Se le envió un oficio al presidente para que declare en base a un pliego de preguntas. Kirchner podrá cumplir con el requerimiento del juez personalmente o por escrito", dijo a EFE una fuente del juzgado de Galeano.
El magistrado hizo lugar a un pedido del fiscal Carlos Stornelli, quien le solicitó hoy que cite a declarar a Kirchner; al ministro del Interior, Aníbal Fernández; al jefe de Gabinete, Alberto Fernández; y al titular de la Secretaría de Inteligencia del Estado, Héctor Icazuriaga, para que aporten datos sobre el asunto.
Según la fuente del juzgado, Galeano aún no tomó una decisión con respecto a la citación del resto de los funcionarios.
Antes de conocer la decisión del juez, Kirchner dijo que es "lamentable" la actitud de Stornelli de pretender "judicializar las ideas" y lo consideró un "hombre muy cercano a Mauricio Macri", el empresario que lidera el conservador partido Compromiso para el Cambio y que preside al club Boca Juniors.
El mandatario negó haber hablado de un "complot", aunque insistió en que hay quienes "trabajan para hacer inviable el gobierno y el cambio".
"Hay sectores que están trabajando para tratar de volver al pasado. Yo no hablo de complot o conspiración. Veo que algunos dentro de la democracia quieren volver a los privilegios de ayer", señaló Kirchner en un acto realizado en el yacimiento carbonífero de Río Turbio, a unos 2.900 kilómetros al sur de Buenos Aires.
El jefe del Estado también mencionó a Ricardo López Murphy, titular del partido Recrear y ex ministro de Economía, y a algunos economistas entre quienes "defienden a la vieja Argentina", en una clara alusión a las políticas neoliberales aplicadas durante la década de los años noventa.
Por su parte, el jefe de Gabinete salió a poner paños fríos sobre la cuestión y, en consonancia con el presidente, dijo que el gobierno nunca habló de complot sino de la generación de "cierto clima que se está instalando".
"No estamos generando intranquilidad, estamos diciéndole a la gente que esté tranquila, que este clima que se está instalando no tiene que ver con la realidad, y que detrás hay un juego de intereses", advirtió Fernández.
Uno de los detonantes de las palabras del mandatario fue un incendio aparentemente intencional que se registró el pasado domingo en una estación ferroviaria clave para el transporte de personas entre Buenos Aires y el cordón urbano que la rodea.
