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Papa: Reagan tenía "alma noble" y difundió la libertad

El Pontífice envió hoy un mensaje personal a Nancy Reagan en el que destacó el "inquebrantable compromiso del fallecido presidente al servicio de la nación y con la causa de la libertad".

08 de Junio de 2004 | 10:54 | Reuters
EL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II envió hoy un mensaje personal a Nancy Reagan en el que elogió el "alma noble" de su difunto esposo y expresó su gratitud por la participación en la difusión de la libertad en el mundo.

"Recuerdo con profunda gratitud el inquebrantable compromiso del fallecido presidente al servicio de la nación y con la causa de la libertad", dijo el Papa en su mensaje.

Reagan y Juan Pablo II fueron compañeros en la lucha contra el comunismo y contribuyeron decisivamente a la caída del muro de Berlín y el fin del comunismo en Europa.

En su mensaje, el Pontífice elogió la "fe permanente en los valores espirituales y humanos (del ex Presidente estadounidense) que aseguraron el futuro de la solidaridad, justicia y paz en nuestro mundo".

El Papa agregó: "Junto con su familia y el pueblo estadounidense encomiendo su noble alma al misericordioso amor de Dios, nuestro padre celestial y cordialmente invoco a todos los que velan su muerte las divinas bendiciones del consuelo, la fuerza y la paz".

Juan Pablo II usualmente expresa sus condolencias por la muerte de líderes de países a través de su secretario de estado, por lo que resulta significativo que haya enviado un mensaje personal escrito y con su firma a la esposa del ex Presidente estadounidense.

Ronald Reagan, quien murió el sábado por complicaciones del mal de Alzheimer que padecía, se reunió con el Papa polaco cuatro veces mientras ocupó la presidencia, entre 1981 y 1989.

El Papa, de 84 años, compartió la visión anticomunista con Reagan. Polonia, país donde nació Juan Pablo II, fue parte del Pacto de Varsovia desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta que comenzó a desmembrarse en 1989.

Los historiadores creen que la convergencia en la escena mundial del primer Papa de un país comunista, Reagan y el ex líder soviético Mijail Gorbachov fue un cóctel político perfecto para esa época.

En una de sus reuniones más importantes, realizada en Miami en 1987, el Papa y Reagan discutieron la estrategia para un objetivo común: ver una Europa libre.

Juan Pablo II, quien sufrió bajo el nazismo y el comunismo, le contó a Reagan de su sueño de ver a una Europa que "pudiera respirar con sus dos pulmones y que estuviera unida desde el Atlántico hasta los Urales".

Tres meses antes del encuentro en Miami, el 12 de junio de 1987, Reagan se paró frente al muro de Berlín y pronunció su famoso desafío en la puerta de Brandeburgo: "Señor Gorbachov, abra esta puerta. Señor Gorbachov, derribe este muro".

En la misma época, el Papa respaldaba firmemente a la unión sindical Solidaridad en Polonia. El efecto domino que derrocaría gobiernos en Europa del Este comenzó el 4 de junio de 1989, cuando Polonia se convirtió en el primer país de la región en deshacerse del comunismo.

El Papa aseguró a la esposa de Reagan que estaba rezando por el descanso eterno de su esposo.