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Bolivia: Pobladores azotan públicamente a presunto violador

Tal como la semana pasada enfurecidos ciudadanos asesinaran a su alcalde, esta vez un hombre acusado por violación recibió el violento castigo del pueblo en la plaza de la localidad.

17 de Junio de 2004 | 16:03 | EFE
LA PAZ.- Un violento castigo recibió un supuesto violador de una niña que fue azotado en una plaza pública, por los pobladores de la localidad de Magdalena, del departamento amazónico del Beni, en el norte de Bolivia.

La reprimenda fue dada por una turba que, tras imponerse a los cuatro policías de la localidad, derribó un muro de la celda y se llevó al acusado hasta la plaza principal del pueblo, donde fue castigado con toda clase de objetos.

Magdalena, que tiene unos cuatro mil habitantes, está ubicada a unos 800 kilómetros al noreste de La Paz, cerca de la frontera con Brasil.

El periodista Gary Gómez, de Radio Iténez, relató que el castigado, Carlos Rojas Barba, de unos 30 años, estaba detenido desde el miércoles pasado por una acusación de su concubina, que lo culpó de haber violado a su hija, de diez años, en la madrugada anterior.

Al enterarse del hecho, los habitantes de Magdalena expresaron su protesta el miércoles por la noche, en una manifestación pacífica que llegó hasta las oficinas de la Policía Provincial, pero que no pasó a mayores.

Sin embargo, cuando los escolares de la localidad salieron esta mañana para protestar por el abuso contra su compañera, vecinos transformaron la manifestación en una violenta agresión contra los policías y soldados del Ejército que habían sido desplazados a Magdalena ante el temor de incidentes.

El reportero relató que los agentes lanzaron gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes, pero fueron rebasados y la gente enfurecida ingresó al local policial, derribó una pared y sacó a empellones al acusado.

"Mientras dos personas lo agarraban por los brazos, otras descargaron golpes con los puños, palos, cinturones y cuanto objeto tuvieron en las manos para flagelarlo", narró Gómez.

El acusado se mantuvo en pie durante la agresión, que duró unos veinte minutos, hasta el cansancio de los pobladores, que después entregaron a su rehén al fiscal de la región.

Algunos de los manifestantes dijeron que el castigo es reflejo de la susceptibilidad popular existente en la zona desde que otros delitos quedaron impunes.

El presunto violador dijo no recordar nada de la noche del suceso porque se encontraba ebrio.

Las autoridades dispusieron el envío de una comisión especial, que analizará la situación y probablemente traslade al acusado a otra ciudad, donde se le seguirá un proceso judicial.

Este hecho se suma al acontecido el martes pasado, en la población andina de Ayo Ayo, en la zona occidental de Bolivia, cuando el alcalde de esa localidad fue asesinado y su cadáver quemado por pobladores que le acusaban de presunta corrupción.