NUEVA YORK. - La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos tenía "menos de un puñado" de fuentes antes de la guerra de Irak y no pudo tener acceso al supuesto programa iraquí de armas, dijo el jefe saliente del servicio de espías de la agencia.
"Como muchos críticos han dicho, durante el período previo a la guerra, no teníamos muchas fuentes en Irak. Sin duda alguna no teníamos las suficientes", afirmó el vicedirector de operaciones de la CIA, James Pavitt, en un discurso ante la Asociación de Política Exterior.
"Hasta que pusimos gente en el terreno en el norte de Irak, teníamos menos de un puñado (de fuentes)", dijo Pavitt, quien ha anunciado sus planes para retirarse en agosto.
Pavitt explicó que la CIA no pudo tener acceso al presunto "corazón del programa de armas de Saddam Hussein".
Sin embargo, en los meses previos a la guerra, la agencia se acercó a los círculos internos políticos y militares y obtuvo información de inteligencia que fue de gran importancia para el ejército de Estados Unidos cuando entró en Irak, aseguró Pavitt.
La presencia actual de la CIA en Irak es la más grande que se registra en un país desde la guerra de Vietnam, agregó.
El Gobierno del Presidente estadounidense, George W. Bush, y las agencias de inteligencia de Estados Unidos han sido criticados por sus acusaciones, previas a la guerra, de que Irak tenía armas de exterminio.
Aunque el director de la CIA, George Tenet, quien dejará su cargo el próximo mes, había asegurado a Bush que existía un caso convincente para iniciar la guerra, no se han encontrado reservas de armas no convencionales.
Estados Unidos había enfrentado dificultades para reclutar espías en Irak antes de la guerra porque las fuentes potenciales temían los castigos de Hussein y además desconfiaban del compromiso estadounidense para derrocar al gobernante, dijo Pavitt.
También señaló que la CIA no tuvo nada que ver con la información errónea suministrada al Pentágono por refugiados y desertores iraquíes vinculados a gupos de exiliados que intentaban derrocar a Hussein. "Esos polémicos espías (...) no eran mis espías", recalcó Pavitt.
Por otra parte, aseguró que aún sigue latente la amenaza de Al Qaeda pese a que ya pasaron casi tres años de los ataques a Nueva York y Washington del 11 de septiembre de 2001.
"Al Qaeda tiene planes para atacar suelo estadounidense otra vez. Nueva York, estoy seguro, sigue siendo el principal objetivo", señaló.