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Astronautas realizan arriesgada caminata espacial

Los cosmonautas de la Estación Espacial Internacional permanecerán por al menos seis horas fuera de la gigantesca nave para reparar un giroscopio dañado que les proveerá de electricidad.

24 de Junio de 2004 | 17:33 | Reuters
CABO CAÑAVERAL.- Dos astronautas de la Estación Espacial Internacional, un estadounidense y un ruso, realizan hoy jueves una caminata espacial que podría ser la más arriesgada en los seis años que el laboratorio espacial ha estado habitado.

La caminata espacial de los astronautas Michael Fincke y Gennady Padalka se extenderá por espacio de seis horas y podrían permanecer sin contacto con los controladores en tierra por espacios prolongados de tiempo.

Además sólo podrán comunicarse entre sí mediante señales con las manos, mientras llevan a cabo un delicado trabajo de reparación en el exterior de los módulos espaciales.

El objetivo de la caminata espacial de ambos astronautas es reparar uno de los cuatro giroscopios que mantienen a la estación espacial estable y orientada hacia el sol para poder aprovechar la energía solar y convertirla en electricidad.

La Estación Espacial Internacional (EEI) es un complejo orbital de 200 toneladas de peso construido mediante módulos independientes que se han ido agregando paulatinamente al laboratorio, que orbita la Tierra a 400 kilómetros de altura.

El giroscopio ha estado inoperante desde abril cuando el interruptor de un generador portátil falló y dejó de suministrar la electricidad necesaria para que el sistema continuara funcionando, según explicó la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA).

Éste es el segundo giroscopio que deja de operar en la EEI, dejando al laboratorio orbital con sólo dos de los cuatro funcionando, algo que preocupa a los técnicos de la agencia espacial estadounidense.

"Tenemos que tener al menos dos giroscopios funcionando para poder operar la EEI sin tener que consumir combustible", explicó el administrador de operaciones de la NASA, Mike Suffredini.

"Obviamente, deseamos lograr de nuevo la capacidad plena (de los giroscopios), de modo que si tenemos una falla en otro de ellos, aún podamos tener la electricidad suficiente para no gastar combustible", añadió.

Riesgo obligado

La reparación podría haber sido un trabajo de rutina si los vuelos de los transbordadores espaciales estadounidenses no hubieran tenido que suspenderse después del desastre del Columbia el año pasado.

Sin embargo, la suspensión de las misiones de los transbordadores impidió que las tripulaciones de la estación espacial se cambiaran con mayor frecuencia y permanecieran en ella tres astronautas, en vez de sólo dos, de modo que siempre quedara alguien a bordo del laboratorio orbital.

Con los únicos dos astronautas que permanecen en la EEI fuera de la estación para una caminata espacial, el peligro de que si ocurre un fallo a bordo pueda convertirse en una catástrofe aumenta enormemente y, por otra parte, otras dos fallas en sistemas del laboratorio apremian la necesidad de reparaciones.

Los astronautas tendrán que comunicarse entre sí mediante señales con las manos, debido a que tendrán que separarse durante la caminata para reparar el giroscopio.

Por otra parte, los trajes que utilizarán ambos son de fabricación rusa, lo que requerirá que tengan que atravesar toda la estación para llegar hasta el giroscopio inoperante porque tendrán que salir por una escotilla situada en la parte rusa de la EEI, adaptada para los voluminosos trajes espaciales, pero más alejada del área donde tendrán que trabajar.

En un momento determinado estarán separados a 40 metros de la estación y es muy posible que las antenas de comunicación de los trajes espaciales rusos excedan su límite de comunicación con la Tierra, dijo la NASA.

Si se desata una situación de emergencia, uno de los astronautas cruzará sus brazos frente a su cara para señalarle al otro que deben regresar de inmediato a la EEI.
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