BRASILIA.- Si las elecciones brasileñas de 2002 se realizaran nuevamente ahora, el Presidente Luiz Inacio Lula da Silva volvería a derrotar al socialdemócrata José Serra, aunque por un margen más estrecho, según una encuesta del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadísticas, dada a conocer hoy.
El mandatario brasileño tendría en una primera vuelta el 30 por ciento de los votos, contra un 25 por ciento de Serra pero, si el candidato socialdemócrata fuera el ex presidente Fernando Henrique Cardoso y no Serra, la ventaja de Lula sería aún mayor: de un 33 por ciento contra un 16 por ciento del ex mandatario.
Sin embargo, la encuesta dejó en claro que la popularidad de Lula no deja de caer y señaló que el gobierno brasileño cuenta ahora con la aprobación de apenas el 29 por ciento de la población.
En el último sondeo del Ibope, realizado en marzo, los que aprobaban el gobierno eran el 34 por ciento de los consultados, mientras que los que consideraban el gobierno “malo” o “pésimo” subieron del 23 por ciento en marzo al 26 por ciento ahora.
No obstante, la figura del presidente cuenta con apoyo mayor que la de su propio gobierno. En efecto, el 54 por ciento de los sondeados declaró que confía en el presidente, una reducción de seis puntos porcentuales con relación al 60 por ciento que confiaba en Lula en marzo.
Los que no confían en el Primer Mandatario, que eran un 36 por ciento en marzo, llegan ahora al 43 por ciento. La encuesta permitió descubrir asimismo que el 55 por ciento de los entrevistados cree que la inflación va a aumentar, mientras apenas el 12 por ciento cree que va a disminuir.
El sondeo mostró que la popularidad de Lula se mantiene permanentemente en sentido descendente, pero registró una disminución en la velocidad de la caída con relación a consultas anteriores.
En los medios políticos brasileños se admite que, a pesar del éxito de Lula en materia de estabilidad económica, el jefe de Estado brasileño está pagando el precio del incumplimiento de sus promesas electorales y del alejamiento de la plataforma izquierdista que defendió durante más de veinte años.
Fueron sondeados dos mil electores en 140 municipios de los 27 estados brasileños, entre los días 17 y 21 de junio.
