PEKÍN.- Con amenazas a Estados Unidos, Corea del Norte conmemoró hoy el décimo aniversario de la muerte de Kim Il Sung, el fundador del país estalinista asiático, actualmente gobernado por su hijo Kim Jong Il.
El jefe de Estado nominal y "número dos" en la jerarquía estatal, Kim Yong Nam, calificó al "eterno presidente", fallecido el 8 de julio de 1994 a los 82 años, como "padre de la nación".
Kim Il Sung permaneció durante 46 años al frente del Estado, hasta que su hijo Kim Yong Il, el primer heredero dinástico en un país comunista, se convirtió en su sucesor.
Kim Jong Il, que hoy tiene 62 años, fue nombrado secretario general del Partido de los Trabajadores de Corea tres años después de la muerte de su padre. El actual líder norcoreano es presidente de la Comisión Nacional de Defensa y general en jefe de las Fuerzas Armadas, de las que forman parte 1,1 millón de soldados.
En 1998 fue proclamado Jefe de Estado, pero el título de "presidente" se mantiene reservado para su padre.
El aniverario de la muerte de Kim Il Sung fue declarado festivo. En todos los lugares oficiales las banderas ondean a media asta. Durante el mediodía, los norcoreanos permanecieron parados durante tres minutos para honrar al fallecido presidente.
En la capital, Pyongyang, tiendas, restaurantes y escuelas permanecieron cerradas con motivo del aniversario de la muerte de Kim Il Sung.
Durante un acto conmemorativo celebrado en Pyongyang, el ministro de Defensa norcoreano, Kim Il Chol, declaró que Corea del Norte está dispuesta a responder a un ataque por parte de Estados Unidos.
"En el caso de que los imperialistas estadounidenses empiecen una guerra, el ejército popular movilizará sus fuerzas de disuasión desarrolladas durante años, para acabar así de forma contundente con el enfrentamiento con Estados Unidos", dijo el ministro, citado por la agencia oficial de noticias KCNA.
